Archivo por días: 1 de septiembre de 2021


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

NO LO VI LLEGAR

Setefilla González Naranjo

Hacía algunos meses que había decidido irme a vivir sola. Era lo mejor para mí, debía enfrentarme a mis miedos, cogerlos por los hombros e invitarlos a salir de mis cuatro paredes.
Llegué a aquella ciudad, que me recibía vestida de fiesta y alegría. Me sentí como si hubiera vivido allí toda mi vida. Así que me puse de gala, con mis mejores vaqueros y salí a la calle, contenta de no conocer a nadie y tener todo por conocer en aquel preciso instante.
Es una sensación maravillosa, que duró hasta que me choqué de frente con él. Me caí al suelo y malhumorada le increpé, argumentando que no se puede ir por la calle con los ojos cerrados. Cuando miré hacia arriba, un chico rubio de ojos castaños me tendía su mano para ayudarme a incorporarme.
Me quedé petrificada, pequeña, asustada y enamorada a la vez. Luis me ayudó a levantarme, me enseñó la ciudad y acabamos viendo todos los atardeceres juntos, hasta hoy.
Jamás una decisión improvisada me trajo tantas alegrías, y es que una caída a tiempo, hace que puedas levantarte con más fuerzas que nunca. 

EL TEMBLOR DE LA CALLE ESTAFETA

Norberto Cabral Pedreira

Si algo hay en mi larga vida que destacaría por encima de todo—incluso el hecho de haber sido rescatado de la muerte— si de entre todas las experiencias que he atesorado estos años tuviera que escoger una, no dudaría ni un solo momento, no me costaría nada elegir la que más me ha impactado, más que los ratos de placer en el campo, la libertad que te ofrece la campiña y el trabajo que he desarrollado en ella, más todavía que el número de hijos que he dado a la tierra para que gocen de la maravillosa vida. Ese momento es emoción pura, la adrenalina de correr, de sentir el rumor y el temblor de la Estafeta. Os lo dice un toro indultado que se vio agraciado con la honra de ir a los Sanfermines de 2016 y hacer el encierro del 9 de julio. ¡Qué recuerdos guardo de la Estafeta! La mejor calle del mundo. No hagáis caso de quienes dicen que los miles de personas que esperan a que lleguemos nosotros los toros nos conducen al pánico, qué va, es el momento más emocionante de una vida. La Estafeta esa calle señorial donde humanos y toros establecemos una amistad para siempre.