Archivo por meses: mayo 2022


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL BOX SIETE

Alfredo Cot González

—¡Varón! ¡30 años! ¡Shock hipovolémico por asta! —Grita el enfermero.
Una carrera a las entrañas de Urgencias. Las puertas de cristal se abren de par en par. Un equipo de sanitarios corre hacia la camilla. Tú no ves nada, no sientes nada y nada oyes entre esos gritos que retumban en tu fatal inconsciencia. Tan solo una nube de pañuelos rojos en un cielo blanco.
—¡Rápido! ¡Box siete! —Grita el médico.
Todo ha comenzado unos minutos antes, al doblar la curva de la Estafeta. Maldito arrebato. Ya nada tiene solución. Las ánimas aparecen dibujando su perímetro sin pedir permiso para asumir relevancia como temidos espectros del rojo y blanco.
Te preguntas por qué lo último que oyes son las notas del «Pobre de mí» ¿Puede un corazón, herido de muerte, soportar tanta emoción?
En el box siete ha caído el sol. Tu ruedo, donde sangre y arena son tu territorio, tan textual como súbito e inesperado. Repites sin querer la hazaña de tu vida, la última. Inmóvil en una paz impuesta. Hasta que sobre ese silencio y el murmullo de los demás, avanza débil, una voz:
«Hora de la muerte, 10:30».
 

SAN FERMIN

Jesus Urra Olaizola

Estaba San Fermín, paseándose por la Rochapea. Era un día maravilloso de finales de mayo.
Ya se acercaban las fiestas de su nombre que en Pamplona se celebran a primeros de Julio.
Estaba un poco compungido, ya que en los últimos años sus fiestas se habían desmadrado un poco y en cierto modo parecían bacanales.
Vive Dios, decía para sus adentros, como me voy a presentar yo ante el Buen Dios, el día que muera y me pida explicaciones sobre mi vida. Tengo que encontrar razones y disculpas que El me admita.
Diré que los australianos, esos seres locos, como ellos solos, y que son capaces de tirarse desde un puente cuando no hay agua en el río son los que están contaminando las fiestas.
También diré que los toros de los encierros ya no son de Miura y que los están trayendo de China. Es la influencia de la maldita globalización.
Claro estos morlacos no tienen la enjundia de nuestros maravillosos toros hispanos, pero parece que tenemos que ceder en aras de la globalización.
Las peñas Pamplonicas, tan festivas antaño, también se han adaptado a los tiempos modernos y ahora ya no cantan el “Oberena es la peña de más alegría”

 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

LO QUE APRENDÍ EN EL ENCIERRO

ángel Novillo Sánchez De Pedro

El mismo miedo en el encierro que en la vida. Las mismas ganas de correr que de vivir. Los días que se escapan como los toros de los corrales de Santo Domingo.
Los mismo tropiezos y caídas en encierro que en la rutina del día a día.
Las cicatrices de las cornadas del tiempo tan profundas como las que dan los morlacos.
Los mismos médicos que atienden a los enfermos que a los corneados.
El mismo blanco del capote de las sábanas del hospital que la de la camisa y el pantalón para correr el encierro. Roja la sangre como la faja.
La misma esperanza para salir vivos de un trance y otro, del de la enfermedad y del encierro.
Las mismas manos que aplauden al personal esencial que a los corredores.
Lo mismo es el encierro que la vida.
Las mismas ganas de levantarse después de la caída. Correr hacia adelante, sin mirar atrás. Esperar a que los días lleguen.
Verdad como la vida misma. Verdad como la muerte. Verdad como el encierro.
Hoy 7 de julio 2022 corro mi primer encierro después de estar enfermo en 2020.
 

EL DESAYUNO DE LOS GIGANTES

Diego Paredes Salmerón

La cucharilla tintinea repetitivamente contra la anatomía circular del vaso. Sobre la leche tintada de marrón se dibujan círculos concéntricos…

Una vuelta, y otra, y otra,… Suena la jota, y giran, giran, giran,… Ya los veo, ya está ahí Joshemiguelerico. Suena, suena fuerte la música, y vuelan al viento los ropajes rojos y blancos de mis favoritos, Toko-Toko y Braulia.

Por la esquina creo ver las barbas de papá, y a la abuela, y la mirada traviesa del abuelo con su gran verruga. Siento en la nuca la picazón de un bolazo de gomaespuma. Cuando me giro tan solo veo al pequeñajo de Javi marchándose al trote con su nuevo caballo de juguete…

Escucho el repiqueteo, los cubiertos como tamboriles,…y la música de las gaitas, y los chistus, mientras a los lados el río de niños y padres se mueve, se ríe, se asusta y se admira, con la fluidez del agua en el natural discurrir de su cauce, ahora por esta calle, ahora por esta plaza…

Bailan elegantes, hacia delante, hacia atrás, sus capas y faldas parecen querer rozarnos. Llega el final, la despedida,…y giran, giran, giran…

Suena La Polonesa,…y la cucharilla.

-¡Miguel, tómate el desayuno ya!- grita mamá con cara de vinagre.
 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

“PATET OMNIBUS JANVA COR VALDE MAGIS”

Pedro Maria Vizcay Eraso

Soy LA FAMA. Estoy tocando el clarín, en lo más alto de la fachada consistorial. Me veis de soslayo cuando en el chupinazo miráis la estela de humo del cohete seguido de su estruendoso estallido.
Con cariño contemplo como aflora vuestro carácter noble y cabezón, pero de gran corazón, cuando hacéis que las diferencias se olviden y aparcáis lo que durante todo el año os separa para que nada empañe nuestras fiestas. Y es que es entonces cuando más real se vuelve la frase que figura en el arco de la entrada de nuestro ayuntamiento que dice: “La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón.”
Durante las fiestas, mi querido patrón, hace un milagro y me permite abandonar mi pétreo cuerpo y volar cual gorrión, siguiendo a la comparsa, a La Pamplonesa, a la procesión, al encierro…
Llevamos dos años de pandemia. Este tiempo para mí ha sido una condena. Me ha supuesto dos años de estar aquí anclada, sin poder volar, sin vivir, sin disfrutar.
Pero hoy vino y me dijo: ¡Querida amiga, te prometo que si no es este San Fermín Txikito, el año que viene, disfrutarás! ¡Palabra de santo!
¡La Fiesta, el jolgorio y la alegría nos esperan!
 

THE THREE EMOTIONS OF ENCIERRO

Rex Freriks

Anxiety.
The bulls await you, you await the bulls.
The grip on your thoughts weakens each second.
You hear your heartbeat, your rapid breathing.
You rock back and forth, your feet shuffle,
Anything to reduce the fire that’s burning inside you,
Searing your mind to the edge of control.
The signal is given, your palms sweat, your guts tingle.
And the ground begins to tremble
Fear.
The violence approaches, you feel it.
The terror surges through the crowd like a tidal wave.
You hear it, the screams, the shrieks, the cries,
The multiple explosions you know are hoofbeats.
You see them, the mythical giants exploding from the masses.
Your heart bursts and your feet run.
The moment passes, the sound returns as a roar,
The speed returns as a stampede.
The Fear snaps back. The chaos in front of you.
The bulls behind you.
Your moment to live or die
Exhilaration
The storm rushes on into those ahead
With madness as it’s lightning and chaos as it’s thunder.
The bulls have passed, your body feeling like an electric charge.
Your mind higher than with any drug.
You are alive. You have never been MORE alive.
 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

MI VACUNA

Amaia Goñi

Me enorgullece compartir que tengo mi propia vacuna en estos tiempos de pandemia. Sí, de las buenas, de esas que tardan un poquito más en “salir” al mercado y de las que prometen (¡con garantías!) no tener ningún efecto secundario.
Mi vacuna es de aquí, de nuestra tierra. De esas que están elaboradas con mimo; con la esperanza como conservante y la tradición como envoltorio externo. Quizás no tenga ninguna fracción de ARN, pero sí mucha pasión… y esa sí que es imposible de fragmentar.
Entre sus ventajas, está la de no perder ninguna propiedad a pesar de la temperatura ambiente, lo que la convierte en accesible y apta para cualquier persona de este planeta. Quizás tenga el inconveniente de que es compleja de preparar, pero os aseguro que, desde luego, merece y mucho la pena.
Algo que alentará a quienes sufran de miedo a las agujas, es que no posee ninguna, aunque ello no le impida llegar a nuestro corazón. No distingue franjas de edad, prometido.
A pesar de todo lo dicho, mi vacuna no es sólo mía; prometo distribuirla entre todos los que compartan mi mismo sentimiento.

Mi vacuna… Mi vacuna eres tú, San Fermín.

Volveremos.
 

SINCRONÍAS

Marcos Pérez Barreiro

Si utilizaba calzado de tacón alto, tenía muchas posibilidades de acabar mal. Tal vez por eso, la obligación fue escoger.

No eran suyos. Eran los que había llevado su padre el día de su boda. Lo recordaba perfectamente porque también eran los que había llevado él, en la suya. Fue un deseo de última hora, ya que, en un principio, ya tenía decidido los que iba a llevar. Unos zapatos de color blanco con ribetes rojos. Los había adquirido en unos grandes almacenes a un precio bastante elevado. Tan elevado como sus tacones de aguja. Pero, a última hora, por superstición, decidió abandonarlos en un rincón. Le recordaban una vez que acudió a una corrida de toros y, el torero a la hora de entrar a matar, salió mal parado. Era una simetría que le traía malos recuerdos.

Por tal motivo, ahora, se encontraba delante de la gran multitud, con zapatos de tacón alto, dispuesto a todo. Incluso, a sucumbir en el intento. Un intento baldío si no consumía el fervor de partir. Estaba harto de una mujer infiel. Tanto, o más, que la multitud que le rodeaba. Aunque, la carrera de ellos fuese por devoción y, la de él, ella por despecho.
 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

SIN ALIENTO

Paula Ballester Lafuente

Pulsaciones a mil por hora,
correr, correr y correr.
Adrenalina, algo de miedo y felicidad.
La respiración de los astados en mi espalda,
zaínos, bragados y un jabonero.
Son solo unos metros, solo unos segundos, pero te juegas la vida.
De repente, todo negro.
Un dolor punzante es lo último que siento.
Mereció la pena. Volvería a hacerlo.
 

UZTAILAK 7

Izaskun Perez Izaguirre

Zangoak lasaitu bitartean, goiza nola hasi den pentsatzen dut:
Iratzargailuak jo du, salto bat eta dutxara.
– Ai ene, lisatu gabeko arropa zuria!
Banugelatik korrika ateratzen naiz, gorputza erdi lehortuta, gosari azkar bat eta lisatzera.
Hemen nago berriro, urduri eta datorrenerako lasaitzen saiatuz. Ateak irekitzen ari dira! Korrika hasi naiz, gauean euria egin du, erori gabe irristatzen naiz, sarrera bistan izaten dut … atzera begira “villavesa” nola urruntzen den ikusten dut; hemen nago: ospitalean!.
Espero dut, atzo San Fermin bezpera izanagatik ,“botiloia” egin zutenek ez didatela hurrengo egunetan larrialdietako txanda luzatuko. Gaixoa ni! Tira, hala eta guztiz ere, Gora San Fermin! Viva San Fermin!