Archivo por días: 1 de diciembre de 2022


XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

TOROS

Leonardo Del Arco Barrera

Cuentan en mi pueblo, que hace muchos años vivía un hombre sordomudo cerca de la plaza, buen mozo y bien parecido. Un año, en las fiestas, después del encierro, paseaba por el pueblo cuando vio que la puerta de la casa de Ramón, el herrero, estaba abierta. El chico la cerró con cuidado justo en el momento en que el amo doblaba la esquina dirigiéndose a ella. Al cruzarse, creyendo que salía de allí, le preguntó que de dónde venía. Este, sonriendo, respondió por señas, poniendo ambas manos en la cabeza, a manera de cuernos, queriendo decir que había estado en el encierro. Ramón, creyendo que le estaba llamando cornudo, aparto de un violento empujón al chico y salió corriendo hacia su casa. Cuando le llevaba esposado la pareja de la Guardia Civil, tras apuñalar a su mujer hasta matarla, no dejaba de repetir llorando: ¡ha sido un error, ha sido un error!
 

ÚLTIMO DESEO

Leonardo Montero Flores

Los murmullos mecánicos y artificiales del hospital se sobreponen al silencio de muerte en la habitación. El sacerdote sostiene la mano del moribundo, y repite la pregunta, ¿de seguro es ése tu último deseo? Y el doliente responde: Sí, quiero volver a ese día y no esquivar al toro. El religioso dice: rezaré para que Dios te lo conceda, hijo. Y esa noche, en un sueño, o en un milagro secreto, el yaciente obtiene lo que ha deseado siempre.
Una fina llovizna humedece su camisa blanca, el aire fresco llena sus pulmones, es joven de nuevo, joven de nuevo en San Fermín. Baja corriendo por la calle repleta de almas y el bramido de las bestias a sus espaldas es sinónimo de alegría y adrenalina, es sinónimo de vida.
Todos los recuerdos de esos días son uno, los cantos, las algarabías, el chupinazo que se pierde en el cielo, los vítores, los cabezudos, las comparsas. Corre enloquecido junto a todo un pueblo, todo un mundo. El corazón parece salírsele del pecho. Hay varias caídas, de toros y hombres. Uno de los que ha caído es él. Levanta la vista y ve avanzar la mole de pelo oscuro. Cierra los ojos.
 

“LIGHT AT THE END OF THE TUNNEL” (PAMPLONA COVID 2020)

Leroy Hatfield

I had a dream; it was dark. I was outdoors, but there was no ambient light. I knew I was in Pamplona. I could feel it was Pamplona, I could hear and smell I was in Pamplona; an encierro was happening. I was floating above the town; a magical dark cloak covered the streets.
Below the darkness, in the closeness of Santo Domingo, I could feel the anticipation, fear, exhilaration, the thrill of the encierro. Plaza Constitutional, Mercaderes, then La Curva. Floating in the darkness; the feeling of La Curva; panic, camera flashes, screams, cries, the sound of bulls ramming the barria, this spot was etched into my being.
Up Estafeta, I felt the adrenalin rush of an all out run. Floating over Estafeta, I could see the long stretch of Telefonica and there was a tiny point of light inside the Callejon.
The sounds of the encierro diminished; the light grew brighter. Closer, the light expanded into a golden halo. It illuminated the air, a sparkling aurora. The light contracted to a dot which then morphed and grew into a living San Fermin. Staff in one hand, he blessed me with the other and spoke these words,
«This too, shall pass.»