XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín
CLEMENTE, HOY TE DOY MUERTE.
Yolanda Almeida Rodríguez
Bendito vino tino, bendita croqueta y bendito sea el cuerpo que llevo en la maleta. Recién cortado en pedacitos pequeños, los dedos, las manos, la cabeza. Traquetean las ruedas a lo largo y ancho de Estafeta, entre el gentío, el agua, se cae una maceta. Vestidos todos la cadera y el cuello de rojo sangre, del hilo que voy dejando en la calle. Del blanco impoluto, ¡viva San Fermín! Viva mi madre que en paz descanse. Me santiguo como buen creyente y allí le dejo el regalo a mi amigo Clemente. Su compadre, Gerardo, duerme ya junto a los peces. Y yo, como buen pamplonés adoptado, disfruto hoy entre los pasacalles como lo hacía con mi padre aquel verano donde Clemente le dio muerte, como un toro bravo un siete de Julio frente al vallado.
VIVE SAN FERMÍN
Yolanda González Nieto
Chupinazo que retumbas cual redoble de tambor, en los mozos eres duende que desata su furor, inhalando la templanza de los mansos y exhalando,con cordura, la bravura ante los bravos. Mareas blancas con pañuelos rojos al cuello recorren las calles, calles que laten fuerte bajo sus pies haciéndolos vibrar al paso firme y fugaz de bestias y valientes. Tradiciones que los nenes desde pequeños adquieren pues «Torico de fuego» a los niños entretiene y como quieren más, «Kilikis y Zaldikos», son risa y susto a la par, coronados con los fuegos que a Pamplona hacen brillar. Bota, alpargata y música;fiesta, encierro y religión; agua fresca que desde los balcones alivian el calor. No hay fiesta en el mundo entero que se pueda comparar y grandes como Hemingway así lo hicieron constar. Vive San Fermín y déjate enamorar.
FLAMENCONA
Zaira Palanco Souza
El aire sopla con olor a emoción, preguntas inquietantes dentro de cada uno, se asoman las nuevas caras expectantes para ver qué va a suceder. En ese instante cierras los ojos, respiras profundo, como si el tiempo se detuviera, la música, la gente y todo al alrededor desapareciera y solo quedarais tú y el reloj, contando los minutos para que sean las 12:00.
De repente sientes que te aprietan la mano y ves una sonrisa, la alegría reflejada esperando expectante.
¡PUM! ese sonido tan ansiado después de tanto tiempo, todo el mundo salta, baila, se abraza y grita
¡VIVA SAN FERMIN!
¡GORA SAN FERMIN!
En ese momento somos todos iguales, sin importar color, nacionalidad y si hablamos el mismo idioma.
Pamplona brilla vestida de blanco y rojo.
Ya se habla entre las peñas de la corrida de toros aun faltando muchas horas para ello. Escuchas a los joteros, los cantos de algo que te hacía falta escuchar:
No te vayas de Navarra
Si no quieres que me muera
Flamencona
No te vayas de Pamplona…