Segundo y tercer clasificado
2º clasificado: «Kalejira» – Itziar Olaizola Gorrotxategi
Ustekabean, Nabarreriatik Udaletxe Plaza aldera zihoan jende zaparradak harrapatu nau. Atzetik, orpo-hezurrak ia ukitzen Toko-toko, Braulia, Selim-pia Elcalzao eta Larancha-la; aurretik, berriz, dultzaineroak.
Olde horren erdian, ezkerretara begiratu eta irribarre frexko batek begiak dantzatu dizkit; aurpegiko azala erlaxatu; arnasa baretu. Eta korronteak eraman nazan utzi dut.
Ez zaitut ezagutzen. Ezta zuk ni ere. Baina, ikusi bezain laster, eskua luzatu didazu. Eta ni zure saltoen erritmora egokitu naiz. Gure begiradak iltzatuta gelditu dira, nahiz eta kalejirak atzera, aurrera, eta tarteka jendearen besapeetan barrena makurtzen gintuen.
Mercaderesetik Udaletxe Plazara iristear garela, dultzaineroek pieza berria hasi dute; une horretan zure eskuak irrist egin dit. Dantza egiteari utzi gabe, lepoan lotuta zeneraman zapia askatu eta niregana luzatu duzu, berriz ere, gure eskuak elkartzeko. Hirugarren saiakeran harrapatu dut, baina konturatzerako Braulia gure tartean sartu da, eta nire eskuan gelditu da zapia. Eta, zu falta.
Dultzaineroen konpasean, erraldoiek Udaletxe Plaza aldera jarraitu dute. Ez zaitut gehiago ikusi.
Non sartu zara? Nola izena duzu? Nongo zara? Telefonoa? Instagram-a? Snapchat-a?
Lepoko zapi gorria zeneraman neska misteriotsua baldin bazara, erantzun! Itzuli egin nahi dizut!
Partekatu, mesedez…
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#sanferminak #kalejira #dultzaineroak #erraldoiak #braulia #nonzaude #nolaizenaduzu #nongoazara #zuretelefonozenbakia #zapigorria #ustedutmaitezaitudala #ziurnago #maitezaitut
«Pasacalles»
Por sorpresa, me ha pillado el aluvión de gente que se dirigía desde Navarrería hacia la Plaza del Ayuntamiento. Por detrás, pisándonos casi los talones Toko-toko, Braulia, Selim-pia Elcalzao y Larancha-la; por delante, los gaiteros.
En medio de esta avalancha, miro a la izquierda y una fresca sonrisa me pone los ojos en danza; relajo la piel del rostro; tranquilizo la respiración. Y me dejo llevar por la corriente.
No te conozco. Ni tú a mí. Pero, en cuanto me has visto, me has tendido la mano. Y yo me he adaptado al ritmo de tus saltos. Nuestras miradas se han quedado clavadas, aunque el pasacalles nos hace retroceder, avanzar y de vez en cuando, nos hace agacharnos por debajo de los brazos de la gente.
Cuando estamos a punto de llegar a la Plaza del Ayuntamiento, desde Mercaderes, los gaiteros han comenzado a tocar una nueva pieza; en ese momento tu mano se ha deslizado de la mía. Sin dejar de bailar, has soltado el pañuelo que llevabas atado al cuello y lo has tendido hacia mí para juntar, una vez más, nuestras manos. Lo atrapo al tercer intento, pero al darse cuenta Braulia, se interpone entre nosotros y el pañuelo se queda en mi mano. Pero sin ti.
Al compás de los gaiteros, los gigantes han continuado hacia la Plaza del Ayuntamiento. No te he visto más.
¿Dónde te has metido? ¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Teléfono? ¿Instagram? ¿Snapchat?
Si eres la chica misteriosa que llevabas el pañuelo rojo del cuello, ¡respóndeme! ¡Te lo quiero devolver!
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#sanfermines #pasacalles #gaiteros #gigantes #braulia #dondeestas #comotellamas #dedondeeres #tunumerodetelefono #pañuelorojo #creoquetequiero #estoyseguro #tequiero
3er clasificado: «Make It All Come True Again» – Larry Belcher
As I stepped down from the night train in the station, he took my arm and said, “My first year, I too landed in Pamplona at night. I’ll show you the way.”
He guided me toward the walls outlined in the darkness and over a river.
Beside a small corral, empty in the night, he gestured up the street: “Santo Domingo. Where it begins. I still hear their hooves on the cobblestones.”
We walked up and into a small square and he pointed: “City Hall. Only the facade remains now. And the goddess Fame. We’ve had a thorny relationship.”
Another cobblestoned street led into the main square. We stood under the awning of the Café Iruña, large vertical mirrors inside reflecting the light out into the darkness.
“It all began here when I stepped down from the bus that first night. I still hear the waltz of Astráin, fifes and drums, fireworks in the night sky.”
“I would sit here and watch it all unfold. Street theatre.”
He listened to the wind swirling across the plaza and whispered: “A century ago.”
“If only I could make it all come true again.”
“Meet me here tomorrow at noon. I’ll introduce you to someone who can.”
«Hacer que todo vuelva a ser realidad»
Cuando bajé del tren nocturno en la estación, me cogió del brazo y me dijo: «En mi primer año, yo también llegué a Pamplona de noche. Te enseñaré el camino».
Me guió hacia las murallas perfiladas en la oscuridad y atravesando un río.
Junto a un pequeño corral, vacío por la noche, señaló calle arriba: «Santo Domingo. Donde empieza. Aún oigo sus pezuñas sobre los adoquines».
Subimos caminando y entramos en una pequeña plaza y señaló: «El Ayuntamiento. Ahora sólo queda la fachada. Y la diosa Fama. Hemos tenido una relación espinosa».
Otra calle adoquinada desembocaba en la plaza principal. Nos paramos bajo el toldo del Café Iruña, con grandes espejos verticales en el interior que reflejaban la luz en la oscuridad.
«Todo empezó aquí cuando bajé del autobús aquella primera noche. Todavía oigo el vals de Astráin, txistus y tamboriles, fuegos artificiales en el cielo nocturno».
«Me solía sentar aquí y veía cómo se sucedía todo. Teatro callejero».
Escuchó el viento que se arremolinaba en la plaza y susurró: «Hace un siglo.»
«Si tan sólo pudiera conseguir que todo se hiciese realidad de nuevo.»
«Reúnete conmigo aquí mañana al mediodía. Te presentaré a alguien que puede».