Actos


Avisados estáis !

Ya hemos pasado con holgura el quinto escalón. Ya empezamos a ir justos de tiempo para comprobar si cabemos, o no, en los pantalones del año pasado. Si crees que tienes tiempo, te equivocas y caerás nuevamente en el estado ilusorio del «tengo tiempo de sobra». Hasta que te das cuenta que, no sólo que no cabes en los pantalones, sino que no te da tiempo ni a ir a comprar unos pantalones nuevos. Estáis avisados.

maduro

Espero que, para el certamen de microrrelatos, no te pase lo mismo que con la ropa. No seas autocomplaciente, “Tempus Fugit”.

Ya solo faltan 13 días para que se acabe el plazo de recepción de obras, esto es un hecho. Corres el riesgo de pensar que tienes tiempo. Tú y tu musa. Tiempo para escribir el mejor microrrelato del mundo.

Por si acaso, vete calentando el teclado y escribe hoy mismo tu micro, no vaya a ser que tu musa se te presente y tú sin estar preparado.

O ni se le ocurra visitarte. No vale decir… “Que pena! Se me ha pasado el plazo”. Avisados estáis.


Peripecias de un alcalde sanferminero.El Txupinazo (IV) 1

Mientras la concejal se aproxima hacia mí, pido al Santo que me proteja. Con su capotico o con lo que tenga más a mano, pues me temo que toda ayuda que voy a necesitar va a ser poca. Que me proteja de la embestida que quiere proporcionarme semejante loba. O tigresa. O leona. O lagarta. O lo que sea. Sí, lo sé, la comparo con animales desprovistos de cornamenta pero no os preocupéis que la corrida no se va a suspender. Ni de coña. Os recuerdo que los cuernos los voy a poner yo en unos momentos y pronto dispondremos de unos que hagan apta la lidia. Le pido también que me proteja para no resultar lesionado pese a la tremenda cogida que estoy seguro que me va a meter. Esto……… ¿ meter ?……..¿ a mí ?….. A ver, a ver, que me lío, aclaremos este punto cuanto antes, es muy importante,……….. ¿ me va a meter algo ?………….¿ pero no era yo el que debo ocuparme de eso ?……….Y sobre todo, le pido que me proteja de no dejarla embarazada, pues no llevo encima ningún preservativo. Pero eso todavía es solucionable. Puede que ella sí lleve alguno consigo o utilice algún método anticonceptivo. Trato de salir de dudas. – Esto, ……perdona……., ¿ vamos a usar algún tipo de protección ?. Es que yo no llevo ningún Willy encima. Ninguno. Ni al Toledo, ni al Fog ni siquiera al Wonka. Su espontánea carcajada todavía retumba en mis oídos. – Alcalde, eres un cachondo. Al inicio de la legislatura te pedimos llevar escoltas y nos los negaste, alegando que no era necesario que la oposición llevásemos protección alguna. Y ahora me vienes con estas…… Pero estate tranquilo. Llegado el momento emplea la marcha atrás, que es lo que mejor se te da hacer con todas los proyectos e ideas que la oposición te presentamos en los Plenos, con las ilusiones de los ciudadanos o con las comisiones de investigación que quieren crearse para poner luz y taquígrafos a tu gestión.

No hago caso a sus palabras. No me tengo por rencoroso. Llega a mi altura. Vaya momento. Subidón del bueno. Me siento como un divino del encierro……aquí huele a toro……hoy pillo toro….. hoy toco pelo.  O como un pastor con un toro rezagado en la Estafeta………..con la única defensa de su vara. O como un picador en su tercio……… deseando clavar un buen puyazo. O como un torero con duende…………..la faena va a ser de rabo, de orejas no sé, pero de rabo seguro. No me da tiempo a sentirme más cosas. Me desviste en un santiamén, ropa interior incluida. Me quedo únicamente armado con mi estoque, de capa caída y para el arrastre durante mucho tiempo pero hoy encelado perdido. Lo tengo con la ilusión de la alternativa. Suerte maestro. Es la hora de la verdad. La hora de la suerte suprema. Debo rematar la faena. Meterla hasta la(s) bola(s). Quiero salir por la puerta grande. Armar el taco. No escurras el bulto, decídete, que ya la tienes bien cuadrada.  No tienes que esperar a que el apoderado de turno o cualquier subalterno te diga: valor y al toro, que es una mona. Hazlo en corto y en derecho. No me da tiempo a decirme más cosas del argot taurino. Me mete un revolcón de aúpa. Espeluznante. Sobrecogedor. Estremecedor. Aterrador. Reíros,….reíros….. ! qué fácil es ver los toros desde la barrera !. Menudo trapío ha demostrado la señora en la acometida. La Doña, ha resultado ser un híbrido entre un Miura y un Cebada Gago con la clase de un Vitorino. Debo sobreponerme. Embraguetarme. Decido entrar al trapo. Ponerme el mundo por montera. Demostrar lo que soy. Un figura. Un primer espada. En la vida, en la política y en el amor. Me mentalizo. Tengo que sacar más valor que El Guerra para salir airoso de esta batalla. La miro. Le hago un desplante. Le hago un pase de desprecio.Pero ella se lo toma a mal, se crece ante el castigo y me hace un nuevo relance, del que nuevamente no consigo salir bien parado. Voy de mal en peor. Estoy contra las tablas. Ahogado. Sin respiración. Soy consciente que nadie va a salir al quite en mi ayuda. Debo estoquearla cuanto antes. Sin pinchar en hueso. Horror. Están a punto de dar las doce. No quiero que me coja el toro. En esas estamos, cuando se separa un poco y me dice: – Alcalde, cariño, creía que te manejabas mejor en el arte de la espada. Estoy esperando que entres a matar y recibir de una vez por todas una buena sacudida con semejante estoque. Ya sabes que tengo querencia por estas cosas-. A tomar por saco, me digo. Ni la puntilla voy a necesitar. Se va a enterar. Me lanzo a por ella, pero es entonces cuando me hace un quiebro propio del famoso Martincho y caigo de bruces contra las baldosas del baño, de sorprendente color arena cuan coso taurino cualquiera . Menudo trompazo me he dado. Recalco, trompazo. Adivinar con qué parte me he golpeado primero. Juramentos varios. Brutos exabruptos. Estrellitas girando. Pajarillos aleteando.

Aprovechando mi aturdimiento, en un rápido y certero movimiento, la colega recoge mis ropas y las lanza por la ventana, se pone su vestido en un plis-plás y abandona precipitadamente el baño cerrando con llave la puerta de chiqueros al tiempo que la escucho decir en alto: – Lo siento alcalde, antes es la obligación que la devoción y no sé a ti, pero a mí me están esperando en un balcón -.

Me quedo jodido. Bien jodido. Pero sin haber jodido. Ya me entendéis. La situación se las trae. Espeluznante. Sobrecogedora. Estremecedora. Aterradora. Repasemos. Soy el Alcalde, el Alkatea. Se supone que tengo que lanzar el Txupinazo en breves momentos. Sin embargo, me encuentro encerrado en el baño de señoras de la casa Consistorial. A treinta metros del balcón donde preparado está el cohete anunciador de las fiestas. Sin ropa. En pelotas. Más solo que la una, pero esto último no me chirria tanto, ya que es lo habitual en política, en los curros y en muchas ocasiones de la vida cuando a uno le vienen mal dadas. Procedente de la ventana, escucho el griterío de la gente acumulada en torno al Ayuntamiento. Los decibelios aumentan por momentos. Silbidos. Chillos. Gritos. Jolgorio. Redobles de tambores. Clarines. Enorme contraste con la sensación de vacío que existe en el baño. De repente, comienzan a sonar las campanadas que dan las doce. Me invade entonces tal acojono que ni a la Cenicienta cuando las escuchó estando en Palacio. Y me pregunto a mí mismo……….¿ de dónde cojones saco yo ahora unos ratones, un perro, un gato, una calabaza, un traje y unos zapatos raídos y un hada madrina que me ayuden a salir de este desaguisado ?.

( Continuará )………

 

 

 


¿Nuevos aires? 1

Ayer conocimos el cartel que anunciará los Sanfermines 2016. El hecho de que el alumnado de un colegio haya participado en su elaboración supone una novedad, cuando menos, curiosa. De todos modos, y como todos los años, ya está en los bares la habitual polémica, polémica que a mí me da igual, pues el cartel siempre me gusta, sea cual sea.

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También han comenzado a conocerse algunos avances del programa. Parece que volverán el jazz a la plaza Compañía y las verbenas a la plaza del Castillo. Hay quien dirá que este blog es un lobby que influye en el actual equipo de gobierno municipal, pues llevábamos años reivindicando estas dos acciones.

Por otro lado, parece también que Gora Iruñea! se replantea su modelo festivo, huye de los macroespacios como el del parque del Runa y opta por la petición de otros lugares más pequeños, más céntricos y de más fácil gestión, donde resulte asequible la organización de actos populares.

Y finalmente, y no menos importante, el hecho de que las distintas mesas que rodean los Sanfermines se reúnan con una considerable periodicidad (alejada de la simbólica de años anteriores) nos hace concebir la esperanza de que el esfuerzo de las personas que las componen den como fruto las mejores fiestas de la Historia.

Un año más.

 


Peripecias de un alcalde sanferminero.El Txupinazo(III)

Doce menos cuarto. Pensativo. Reflexivo. Dubitativo. Meditabundo. Amigos, amigas, se me cae el mundo. Han pasado ya quince minutos desde la indecente proposición que me ha realizado la concejal de la oposición. La confusión se apodera de mí. Mi conciencia se tambalea. En el catatónico trance en el que me encuentro desde que escuché sus palabras, sólo atisbo a visionar entre nebulosas a dos personajillos sanfermineros que se encuentran figuradamente sobre mis hombros. Sobre el derecho, un casta. Maqueado en blanquirrojo de arriba a abajo, vaso de pacharán navarro en mano y con las entradas del baile de la alpargarta y del apartado sobresaliendo de uno de sus bolsillos, me grita a pulmón abierto » Hey, capullín, cuidadín ,no te pases de listín, debes de ser un santín, júralo por San Fermín». Sobre el izquierdo, un mozopeña. Delantal completamente embadurnado de sangría calentorra, cazuela con ajoarriero en ristre y gorro blanco playero, me canturrea sibilinamente sin cesar. » No seas tontín, guarrín, vete afilando el canutín, que vas a triunfar en San Fermín».

Para cortar de raíz con mis alucinaciones, decido echar un vistazo a la Plaza Consistorial asomándome a uno de los balcones. Me encuentro entonces con la versión española del autobús alemán. El suben, estrujen, bajen transformado en entren, empujen, apretujen, boten, abracen, marchen. La Plaza se encuentra abarrotada. Aquí querría ver yo a los del Dúo Sacapuntas haciendo su famoso chistecillo. Imágenes clásicas a raudales. Balones hinchados volando de lado a lado. Gente llevada en volandas. Pancartitas y banderitas varias. No faltan tampoco los habituales con los cartelitos reclamando la atención de su madre o poniendo alguna parida para los colegas. Ni los que cargan mochilas humanas sobre los hombros mimando sus cervicales. Pero centro mi atención en los rostros de la gente. Me encanta lo que veo. Casi todos jubilosos, otros pocos sonrojosos. Casi todos sudorosos, otros pocos harinosos. Casi todos distendidos, otros pocos confundidos. Casi todos animados, otros pocos abrumados. Casi todos jovenzuelos, otros pocos carrozuelos. Casi todos sonrientes, otros pocos bien dolientes. Casi todos agitados, otros pocos sosegados…….

Miro al reloj. Menos diez. Cinco minutos para menos cinco. Os anuncio que ya tengo tomada la decisión, que es lo que lo que nos pedís que hagamos constantemente a los políticos. Y como buen político, como casi todas las que tomo, ya sé que va a ser impopular. Pero qué mas me da……. ¿ Esperabais otra cosa ?…….Yo estoy en política para pensar en mí mismo; lo demás, vosotros incluidos, me la suda. De repente, siento un temblor en la entrepierna. Tranquilos, no seáis mal pensados. Es el móvil, que está zumbando. Como yo dentro de poco. Es el güasap, que no para. Como yo dentro de poco. Me llegan multitud de mensajes, pero sólo abro tres: el de mi madre, el de la parienta y el del grupo de la cuadrilla. El de mi madre, que demuestra conocerme mejor que nadie, reproduce fielmente mi pensamiento. » Hijo, ocasiones como ésta se presentan una vez en la vida. Echa el resto. Va a ser brutal.». El de mi mujer, como el Red Bull, sirve para darme alas. » Cariño, pásalo bien. No pienses en mí. Es tu gran día. Que nada ni nadie te impida disfrutar de la experiencia. Llévate un gran recuerdo para toda la vida». Clarividencia femenina la llaman. Por último, el de la cuadrilla es una foto de todos en las sociedad alrededor de la mesa con los platos rebañados y la cazuela vacía. Viene acompañada de un pequeño mensaje de texto.» Mucha suerte campeón. Nos hemos puesto morados de chilindrón». De pequeños eran cabritos. Ahora ya han crecido. Yo también los quiero. Les respondo adjuntando el texto con el emoticono que está guiñando un ojo y tiene la lengua fuera.» Gracias chavales. Estoy negro, pero os aseguro que muy pronto voy a ponerme más morado que todos vosotros juntos».

Hecho esto, llega la hora hache. Menos cinco. Me encamino hacia el baño de señoras. El lugar de la faena. Mi Monumental particular. Tan monumental como la corrida que se avecina. Como hacen los toreros, me santiguo mientras hago el paseíllo. No dispongo de mucho tiempo. Tres o cuatro minutos a lo sumo. Lo tengo claro, entraré directamente a matar, como el maestro Curro Romero los últimos años. Llego a la puerta, miro en derredor y entro con rapidez evitando miradas indiscretas. Alucino con lo que veo. La apodada en los corrillos políticos como la Lewinsky local, no por su condición de becaria sino por sus reconocidas capacidades orales en todo tipo de ámbitos, se encuentra esperándome a puerta gayola en mitad del baño sin vestido y en ropa interior……………….Y es entonces cuando se me aparece en escena La Meca, que para algo gestiona desde hace muchos años el templo taurino de nuestra ciudad. Meca güen su padre………. Meca güen su madre…………. Meca güen todo, me digo a mí mismo. Menudo panorama. – Hola de nuevo Alcalde.- me dice con voz melosa. – Sabía que no me ibas a decepcionar. Avanzo dos pasos hacia ella tratando a duras penas de mantener la hombría y la compostura. ¡ Alto ¡, ¡ No te muevas ¡, – me ordena. ¡ Quédate ahí más quieto y vertical que José Tomás haciendo manoletinas ¡. Me jode vivo. Os aseguro que no sé cómo las hará José Tomás, pero os aseguro que si en algo soy experto es en hacerme manoletinas a todas horas frente al espejo y vertical sí que me veo capaz de hacerlas, pero lo que es quieto quieto ya os digo que lo veo totalmente imposible……….No obstante, no digo nada y me quedo callado, clavado, petrificado, escuchando con ensimismada atención sus siguientes palabras. – Confía en mí Alcalde. Primero te voy a desvestir y luego te voy a embestir……………..

( Continuará)……