Acababa de leer el mejor microrrelato de la historia del Certamen. No uno cualquiera. ¡El mejor!
No tenía dudas.
Lo leo otra vez. Más pelos como más escarpias. Más ganas de llorar de emoción.
Es magia.
¡Paren las máquinas! ¡Ya se disparó el txupinazo! No hay que esperar al día 6….
¡Vaya!…
Todos los años me pasa lo mismo…
Todos los años leo el mejor microrrelato de la historia del Certamen. No es nuevo. Es magia.
Qué bien te sientes con estas pequeñas obras de arte.
Y ¡qué grandes los magos que las escriben!
Nosotros nos limitamos a poner la chistera.
Este año hemos puesto la chistera de gala, porque cumplimos XV (quince) años. Más vale que era la chistera de gala porque ha recibido 673 obras. Historias de 673 magos.
Gracias a los magos como tú.
El próximo VIERNES 23 de JUNIO a las 19:00 (hora de Pamplona) y en el PALACIO DEL CONDESTABLE de Pamplona tendrá lugar la GALA de lectura de los 10 relatos finalistas de la XV (decimoquinta) Edición del Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín.
Estaremos encantados de que te acerques para verlo en vivo y en directo, pero si solamente quieres verlo en directo puedes podrás hacerlo desde aquí:
En un par de post anteriores me referí a la interesante figura de Bill Hillman, un escritor estadounidense que fue corneado en un encierro en 2014 y logró una notable repercusión mediática por aquello de haber escrito un libro de instrucciones sobre el Encierro. Quizá la segunda cornada pasó algo más inadvertida, pero en la segunda carrera del recién terminado año 2017 fue de nuevo volteado en la cuesta de Santo Domingo.
Lamentablemente para él no fue demasiado comentado puesto que, ya se sabe, pasada la novedad, la repetición cansa al público. Sin embargo, el periódico de su ciudad The Chicago Tribune se hizo de nuevo eco de la hazaña. Mencionó una jugosa entrevista en la que Bill se despachaba a gusto con sus compatriotas que habían cuestionado su proeza:
Hillmann, un escritor de 35 años de edad que dice haber completado más de 300 encierros con toros, tiene un alegre mensaje para sus enemigos: «Eres un país aburrido, patético, gordo, con gente tonta que votan por Donald Trump y no tienen intereses excepto en comer McDonalds y los centros comerciales «. Y eso no es todo. «América en general está llena de idiotas», agregó Hillmann, «Los estadounidenses ven demasiadas películas de Disney y están fuera de contacto con lo que es ser humano … Lo más interesante que les pasó este año es que alguien les disparó porque su perro ladraba». Por el contrario, dijo Hillmann dice el pueblo español «es la gente más increíble, buena y bella».
Evidentemente, en agosto tuvo que rectificar en el mismo periódico para intentar salir del charco en el que se había metido y poder seguir vendiendo libros en su país:
«Amo mucho a América, y a veces cuando amas algo tienes que tener la fortaleza para llevar un espejo a su rostro y mostrarle sus partes feas para que pueda ver sus contradicciones, sus defectos, para que pueda convertirse en una mejor versión de sí mismo. No me arrepiento de lo que dije, pero tampoco es todo lo que quería decir.Los Estados Unidos también es un lugar hermoso lleno de gente increíble.La gente que me critica en los comentarios, no estoy enfadado con ellos sino que siento lástima por ellos, tienen mucha negatividad en sus corazones y espero que puedan reemplazarlo con algo positivo «.
Bien es cierto que en otro medio criticó el sistema de salud norteamericano y relató su odisea para la curación de sus heridas.
Lo cierto es que Bill Hillman es ya un habitual de nuestras fiestas y tiene pleno conocimiento de los entresijos del Encierro. Es requerido por loe medios para comentarlo:
Le deseamos que el nuevo año 2018 transcurra sin percances el próximo julio…
Releyendo viejos posts, me he encontrado este artículo de abril de 2008. Más de nueve años han pasado, ya no está Cuatro, pero las cosas, desde luego, no han mejorado. ¡Qué poco sentido de la estética! Veamos qué decíamos por aquel entonces…
Invitado por mis cobloggers me toca, una vez más, inaugurar tema de debate. Ya son varias las veces que nos hemos referido al Encierro en este blog; hoy quiero comentar un asunto espinoso: la hiperpresencia mediática de este acto.
No hace muchos años, veinte a lo sumo, no existían retransmisiones televisivas del encierro y tampoco teníamos internet. Consecuencia: los corredores empleaban el atuendo propio de nuestras fiestas, de blanco y con pañuelo y faja rojos, con las excepciones de aquellas peñas que emplean el azul o el verde. Algunos de estos corredores se veían en alguna foto en los periódicos del día siguiente o en los escaparates de conocidos fotógrafos locales. Corrían por el gusto de correr.
Ahora la tendencia ha cambiado y son muchos los que corren para verse. Y para que les vean. Todavía nadie me ha explicado porqué acude a correr al encierro de Pamplona vestido de fosforito, rayas o lunares. Son muchísimos los forasteros que confunden nuestro encierro con la capea de vacas de su pueblo, pero lo grave es que narcisos locales también lucen indumentarias bien visibles, para que se les vea.
A eso se une la cobertura de ciertos medios, que dan bola a estos correvacas, que se saltan a la torera el concepto de encierro de Pamplona: acompañar a la manada desde los corrales hasta la Plaza de Toros. Pues bien, en algunas teles se les nombra con nombre y apellidos, se les enfoca, entrevista y venera. A gente que va de colorines y se dedica a romper la manada, es decir, a algo que NO ES CORRER EL ENCIERRO DE PAMPLONA.
Parece que este año Cuatro volverá a la carga. Y el Ayuntamiento de Pamplona lo autoriza. Más cámaras, más comentaristas y más vedettes del adoquín.
A un mes del txupinazo, los medios de comunicación locales son un aluvión de noticias sanfermineras. Elección de carteles, avances del programa festivo, actuaciones contratadas, toreros confirmados… Nada nuevo, pues siempre hemos sido proclives al entusiasmo cuando los hermanos Aldaz empiezan a arrearle al martillo o montamos en mayo las primeras colas en la Tómbola.
Lo que sí me ha resultado un tanto novedoso ha sido ver, ¡en el telediario de TVE!, la noticia del comienzo de la colocación del vallado. Y no lo hacen por lo espectacular del acontecimiento, no, sino por meros intereses comerciales, los intereses de ir calentando a la audiencia de cara a las próximas retransmisiones del encierro por parte de la cadena pública. En este mundo de hiperdifusión e hiperinformación, los medios de comunicación (los tradicionales y los modernillos) han hecho de nuestras fiestas objetivo fácil en esos tiempos veraniegos de sequía informativa.
Y a más difusión, más gente que viene a Pamplona, para regocijo del lobby hostelero y jodienda del vecindario, particularmente el del Casco Viejo, que ya viene sufriendo la contaminación y la reducción de espacios públicos que los empresarios que han cambiado el ladrillo por el pintxo provocan con el botellón que generan en las puertas de sus locales. De este modo, el vecindario de la Iruña más vieja abandona su barrio, primero en Sanfermines, más tarde con carácter definitivo, siendo nuestro Casco Viejo el único barrio de Pamplona que año tras año pierde población.
Y así, a lo tonto, casi sin enterarnos, estamos entregando nuestras fiestas y nuestras calles más queridas al turismo y a los intereses privados.
Pues ya tenemos otra sinécdoque para la colección de sinécdoques sanfermineras. A la más que manida «correr los sanfermines», tenemos que añadir la de «La Pamplonada», utilizada en varios países sudamericanos para hablar del encierro de Pamplona o para denominar sus «encierros» locales, así tenemos ejemplos de Perú o este otro de Ecuador, en el que se dan unas explicaciones un tanto pintorescas del origen de los encierros en Pamplona, ya que nos ilustran que se celebran en honor a San Fermín, tradición que se inició a la muerte de este personaje cuyo deceso fue en una corrida de toros. Curioso cuando menos.