Literatura


Semana Cultural Presanferminera

Una de las novedades que presenta la Federación de Peñas de Pamplona-Iruñeko Peñen Federazioa de cara a las próximas fiestas ha sido la organización de una Semana Cultural. Recuerdo que, en tiempos, algunas peñas y otros colectivos organizaban actos de esta índole en fechas previas a los Sanfermines, costumbre que ha ido decayendo con el tiempo.

Así que es de agradecer el esfuerzo de la Federación por apañar, en el Condestable, un programa tan interesante como el que adjuntamos, que incluye exposiciones, charlas, cine, danza y literatura.

Para ir calentando el morro.

Hasta el 1 de julio.

 

semana


Fallo del jurado del VIII Certamen de Microrrelatos de San Fermín 1

Estimados amigos y lectores, esta misma tarde a las 19:00 en el Nuevo Casino Principal, en plena Plaza del Castillo, se ha hecho público el fallo del jurado del VIII Certamen de Microrrelatos, con los siguientes resultados:

Primeros tres clasificados:
Ganador: ‘’Los mejores fueron los míos’’
por José Murugarren.
clasificado: ‘‘so far away, tan lejos’’ por Carlos Remón Sanjuán.
clasificado: ‘‘Afectación osteocondrítica grave en la zona del cóndilo femoral’’ por Mikel Zuza Viniegra.

Resto de finalistas:
clasificado: Apellidos que empiecen por H por Esteban Torres Sagra.
clasificado: Txiki baten istorioa por Ander Elcano Sanchez.
clasificado: …son duras como el hierro… por Ignacio Navarro Otano.
clasificado: Ruidos por Gabriel González Ortiz.
clasificado: La razón de la sinrazón por Mikel Ilundain Marina.
clasificado: El Coletas por Pedro Pablo Del Guayo Litro.
10º clasificado: Darse la vuelta por Elena Vidaurre Orayen.

Nuestra más calurosa enhorabuena a todos ellos, así como al resto de participantes en este VIII Certamen que nos han hecho disfrutar con sus trabajos.

Y sin más preámbulos, aquí tenéis el texto ganador al que seguirán la próxima semana el resto de textos en sucesivas entradas:

Los mejores fueron los míos – José Murugarren

Sanfermines son 20 años y la noche por delante. Ningún programa puede superarlo así se escandalicen los «peteuves». Los esencialistas dirán que nada emociona como la jota de la procesión. Los puristas emularán como ‘lo más’ la impresión del encierro. Yo me quedo con aquella tarde de toros merendando ajoarriero en la plaza. El torero, abajo y yo arriba, a ritmo de charanga lidiando con unos ojos recién descubiertos, tan clavados en los míos que temblé como novillero novato ante un ‘cebada’. Nada como aquel instante de agujas en la tripa. O tal vez, sí. La madrugada de pollo y pacharán en la verbena del ‘Jito’. La orquesta tocaba Sabina y mi amigo y yo devorábamos un coco que un guiri ofreció a cambio de la botella. No me digan que para fiestas las de antes porque hoy todo es ruido y suciedad. O sí. Los mejores sanfermines fueron los míos. Los de la tarde de toros y ojos o la noche en que me dieron la 1, las 2 y las 3 sostenido por un amigo cuando ni Sabina imaginaba que le estábamos escribiendo la canción. Teníamos 20 años y la mirada siempre por encima del suelo. Demasiado elevada para ver las vomitonas.


Retransmisión del fallo del jurado 2

Desde aquí podréis seguir en directo el Fallo del Jurado y la lectura de los diez microrrelatos finalistas de la VIII edición del Certamen de Microrrelatos de San Fermín. Será a las 19:00 horas desde el salón del Nuevo Casino Principal y con entrada libre.

 


San Fermín en Praga 2

Ya estaba un servidor (prácticamente) planchando la ropa blanca, ordenando pañuelos y cerrando agenda de almuerzos y toros cuando, inesperadamente, me escriben para decirme que me han concedido una estancia de dos meses en Praga en un programa de escritores residentes de la UNESCO. ¿Las fechas? Del 4 de julio al 29 de agosto. La primera reacción (lógico) fue saltar de alegría, pero pasada la euforia tomé conciencia de que este año me quedaba sin San Fermín. Sí, sí, ya lo sé (todo el mundo me lo dice), ni Pamplona ni San Fermín se van a mover de donde están (tampoco Praga, podría argumentar alguien) y una oportunidad como ésta hay que aprovecharla. Por supuesto, iré y la aprovecharé, pero que nadie se asombre si el día seis, a las doce, paseando por las calles de Malá Strana, aparece un tipo vestido totalmente de blanco y con un pañuelico rojo al cuello.

Aprovecho también para recordar que la tarde del 29 de junio en el Condestable estaremos Carlos Erice y un servidor presentando una novela gráfica y negra ambientada en San Fermín. Aquí dejo unas imágenes.

Disfrutad de las fiestas. ¡Viva San Fermín!

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Historias en blanco y rojo 2

En 2010 publiqué Un extraño lugar para morir, una novela negra ambientaba en Pamplona durante los días de fervor sanferminero. Aquella novela, como es lógico, tenía sus investigadores, sus muertos y sus asesinos; tenía también (de manera latente) todo el cariño y la generosidad que a lo largo de los años yo había recibido de muchos amigos pamploneses. Quizá por eso, porque su origen estaba en la amistad, la novela tuvo cierto éxito y llegó a más de cuatro mil lectores.

Un par de años más tarde, mientras impartía en Granada un curso sobre novela negra, uno de los alumnos se me acercó al final de la clase. Se llamaba José Carlos. Además de escritor aficionado era dibujante, había leído Un extraño lugar…, le había gustado y me pedía permiso para hacer una novela gráfica basada en mi historia. Levanté la ceja. Yo no tenía (ni tengo) la más mínima idea de los resortes que mueven el mundo del cómic y la novela gráfica. Decidimos tomarnos un café para que él me explicara más detenidamente.

Cuatro años ha pasado explicándome el asunto. Cuatro años de intermitentes cafés y alguna que otra caña. Cuatro años en los que mi asombro y mi agradecimiento crecían junto a sus fabulosos dibujos y su manera de quebrar, subvertir y mejorar la historia original. Cuántas veces me he acordado de aquel día que José Carlos se cruzó en mi camino. Cuántas veces no he merecido la suerte que tengo.

Eso sí, para que el resultado final fuera aceptable el dibujante tenía que vivir una verdadera inmersión pamplonica, ¿qué era eso de dibujar Pamplona sin haber estado en sus bares, sin conocer a sus gentes? Me tocó entonces hacer de Cicerone y corresponder en la medida de lo posible al generoso regalo que José Carlos me hacía poniéndole rostro al comisario Uriza, a la inspectora Bea, al muy pamplonés y forense Goñi o al poeta más bobo del mundo, Carmelo Bello.

La semana pasada José Carlos me volvió a llamar; quería enseñarme la versión definitiva. «El libro estará en la calle el mes que viene», me dijo.

Este año, cuando el día seis de julio den las doce y el chupinazo deje un reguero de humo gris en el cielo de Pamplona, levantaré mi copa a la salud de José Carlos, a la salud de sus dibujos y a la salud de todas aquellas historias soñadas en blanco y rojo.