Toros


La fuente.

 

Los güiris ciegos de sangría. Enseñando músculos debajo de la fuente, sin camiseta. Ebrios. Casi guturales. Jugando al ser y no ser. Suecos, australianos, neozelandeses, de todo el mundo. Inclusive oriundos.

Todos aullando, quizás gritando. Selfie por aquí, beso por allá. Valientes improvisados.

Tan  solo una sombra, salinera y mortal, callaba. Asomándose por el norte de la plaza, se unía a la fiesta .A su manera. Embestida por aquí, carambola por allá.

Espectacular el momento. Póngase en situación. La muchedumbre, jugando a mentiras. Minutón, a verdades.

Otra vez el pánico. El terror de la muerte inmediata. Ahí no sirve nada, tan sólo unas largas piernas.

Hubo algunos valientes. Toreaban sin sentirlo. Fuera de sí. Con el pañuelo. La gente sacando el móvil inmóvil. Craso error. Pensando que iba en broma. Ignorantes.

Los listos, se encaramaron a la fuente. Alaridos de terror, nada de mujeres y niños primero. Que los había. Minutón haciendo la revoltosa pero en Navarrería. Correteando en torno a la fuente. Los más débiles, caían. Minutón, los certificaba. El espectáculo era sangriento. Real.

Atravesando a la gente .Sin miramientos. Quedamente.

Tan real que nadie lo quería creer.

En la fuente de Navarrería, la sangre llegaba al río.

Minutón, notando la sed de la muerte, intuye la cercanía de otra fuente, pero esta vez con agua y vacía de borrachos.

Cambiando el rumbo a la fuente sita en la Plazuela San José.

(continuará)


La fuga. 2

14 de Julio,
00:10 AM.
24º Temperatura perfecta.

Así debió parecerle a Minutón, al tomar la decisión de fugarse de los corrales de Santo Domingo. Una mano enguantada de blanco, descerrajando la puerta tras abatir al segurata facilitó la Fuga. Más la decisión fue tomada de manera unilateral por el jefe de la manada. Una vez tomada ésta, había que actuar con celeridad. No había tiempo que perder y sí cuentas que ajustar. Batallas bajo las cuáles dignamente morir.

Así se lo dejó claro a la miurada, al volverse a modo de despedida, descuartizando al manso de una certera cornada. En este viaje no hay compañeros que valgan. Se me quedan quietecitos y no me hagan mucho ruido.

El golpe con el que arremetíó la puerta Minutón, salinero y mortal llegó cual chupinazo nocturno a los oídos del Sargento Rastamaría, que descansaba su seboso culo, pies en alto, en el zaguán del Ayuntamiento. Haciéndose el sorprendido, salió en busca de Minutón, junto a su guardia personal. Una media sonrisa decoraba su rostro. Había llegado su hora.

No contaba con que iba a ver tanta gente en la calle. Los Sanfermines es lo que tienen. Imprevisibles. Por la cuesta gritos de terror y alaridos de la gente le auguraban la cercanía del Miura. Serio encierro, nocturno y provocado. Minutón se plantaba en las fiestas como una pesadilla, en su faceta más descarnada y temible. La de la superioridad que otorga una mole de 680 Kg. enfurecida contra una muchedumbre ebria y  asustada.

A la altura de la trasera del ayuntamiento se contaban ya por una docena los damnificados bajo la furia del astado. Desafiante le esperaba Rastamaría, encañonado de nuevo su Walter PKK. Más la violencia desesperada de la gente intentando huir de la muerte le hizo caer torpemente al suelo. El golpe seco al caerse contra el adoquín le hizo recordar que aún estaba vivo. Al girarse, estaba ahí Minutón, a escasos veinte centímetros. Casi le podía oler el aliento. No le dio tiempo más que para apretar una vez el gatillo.

Minutón, con extraordinaria velocidad y certeza le pegó un cornalón de los de antología. El asta, introducida quirúrgicamente por el pecho, le sobresalía cómicamente de la espalda. Las manos se agitaron unos segundos hasta que, con elegancia ancestral lo depositó Minutón en la acera, inerte y con la boca abierta.

Fue entonces cuando Minutón, herido de bala, ciego de rabia y sediento de justicia. tomó la decisión de girar sus cuartos traseros y cuernos infinitos hacia la siniestra, por detrás del Mercado y dirigirse al galope directamente al centro de la fiesta. El Burgo de la Navarrería.

(Continuará)


¿Sol o sombra?

Que veinte años no es nada cantaba Gardel. Han sido más de 20 años los que sin fallo ha estado acudiendo un amigo mío a los tendidos de sol. Fiel a la Feria y fiel a su peña, en sus años mozos interrumpía las etapas del Tour para empezar a preparar merienda y cubos. En los últimos años abandonaba la sobremesa para repetir el ritual que tantos años atrás había empezado. El caso es que este amigo se retira. Él y su nevera caída en combate el 14 de Julio de 2.014.

El tema aquí es que se muda a sombra. Un solanero de pro, aficionado taurino, que ha despotricado contra la sombranera durante la mayor parte de su vida, ahora será uno de ellos. Otro amigo comentaba que eso era una retirada con deshonor. Que si dejas el sol dejas la plaza. Que o semos o no semos. Que los que pitan al alcalde no pueden estar con los que le aplauden. Que los del cubo de sangría no deben mezclarse con los del Moet. Y esto, en una cuadrilla sanferminera, crea una tertulia cubatera que ni en “ El gato al agua”.

Cada uno desde su experiencia defiende su postura. El que es aficionado a los toros y aunque empezó en la andanada de sol ha estado alternando tardes de clavel y puro con otros de sudor y roce. Está también el que sin ser aficionado, los toros no le desagradan. Empezó de joven en el sol, y a una edad prudencial se retiró para acudir de vez en cuando a sombra con la mujer o el suegro. Y también están los menos taurinos. Estos son los que nunca pisarán la sombra. Empezaron en sol, siguieron en sol y acabarán en sol. Reniegan de todo lo que tienen enfrente y tratan como desertores a aquellos que se cambian de bando. Son veteranos, curtidos en mil batallas, a los que ninguna de sus circunstancias personales ha conseguido alejarlos de los tendidos. Esto llevó al debate de si las peñas tenían que regenerar al personal y dar boleto a algún mítico mozopeña. Lo que nos llevó a la pregunta: Si los peñeros más veteranos dejaran de ir a los toros, ¿l@s soci@s más jóvenes ocuparían esas localidades?

P.D: Ya que hablamos de la Feria del Toro, este es el cartel que la anunciará este año. Como dato curioso, son doce los hierros que figuran en el cartel.

 

.cartel feria del toro pamplona


Duendeando.

Al maestro Cifu.

 

13 de Julio,

23;55 PM.

22º Cierzo,

 

 

Puuuuuubaaaa,.

 

Pumuuuuuuuu…….ba,

 

 

Pumbaaaaaaaaa otra vez……

 

Golpes quedos,

Absolutos….

Es el trece…

 

Algo le mosqueaba a nuestro protagonista,

Minutón, salinero y mortal.

Quizás la orilla del río,

Quizás la cercanía

Del ruido imperioso,

Quizás la encerrona.

O su grandeza.

 

Aún nadie sabe el porqué, sino el cómo.

 

Cuenta un gitano con su guitarra queda…

 

En el gris de la madrugada.

Que no te queríaaaaaaaaaaan.

Que la noche temblabaaaaaaaa

Nada de amarte…

Que se aburriaaaaaaaaaaaaaan.

 

 

Sueños largoooooooos.

Sueños quedoooooooos

El Arga ríiiiiiiiiiiiiiiio

Yo no  me ríoooooooooo

Yo me siento,

 

Y no me gusta andaaaaaaar

Por donde me dicen

Donde me obligaaaaaaaan

Ya de diré yooooooooo

Dónde me pasigan…

 

 

La trampa tendisaaaaaaaaa,

La maldad en vidaaaaaaaa

Quél diablo maldiha..

Eso es cierto….

 

Le supo quereeeeeeeer,

Oliendo la muerte, cercana,

puede seeeeeeeeeeer…

Él, queriendo  podeeeeeeer

Si no hay mañana

….por supuestooooooooo.

 

Con el silencio de la guitarra…

 

 

Intuyendo, noctámbulo,

Minutón.

Miura, salinero y mortal.

Acaba de decidir

Es pequeño este corral

Donde sólo hay barrotes

Ni rastro de vacas

Ni de sombras

Dónde guarecerse

séd de libertad

Al galope

Nada de encinas

Ni alcornoques.

 

Cuál cíclope.

Muriendo en vida.

Cuando soy

Un señor Miura.

Hoy decido mi muerte,

Remanente de sabiduría.

En tan solo un instante.

Malditos roedores que nos obligan.

 

Sanferminero de pro…

Intrépido, gallardo.

Fue así, cómo lo viví.

O me lo contaron…

Sí que os he de decir

Jaque mate

Los lugareños

Dijeron.

Se escapó minutón

Todo enhiesto,,,,,

 


The great bull run: Un encierro ambulante en Estados Unidos

La pasión por el encierro al otro lado del charco es indudable. Si a ello añadimos un país en el que el negocio y el espectáculo son parte indisoluble de su modo de vida, no sorprende que desde el 2013 usted quizá pueda disfrutar del encierro en su ciudad.

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Es el The great bull run, que ha tenido ya varias ediciones: Virginia, Atlanta,Houston, Florida, Dallas, Northeast, Twin Cities y North Carolina.
Las diferencias con Pamplona son varias.
En USA puedes llevar tu cámara Go Pro para inmortalizar el momento.
La carrera es de «un cuarto de milla», no como en Pamplona que es media milla, según nos cuentan.

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Pero es que además los toros no pasan una vez, sino varias veces, a diferencia del de Pamplona.
Algunas normas son parecidas: Los corredores deben tener al menos 18 años, a los asistentes visiblemente intoxicados no se les permitirá correr, etc y se recuerda que los símbolos y las expresiones de protesta no están permitidas, excepto en las áreas designadas.

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A la pregunta de si se matan los toros, responden con una exclamación ¡No!
A diferencia de la corrida de toros en España, nosotros no matamos a los toros en una corrida de toros, ni tampoco abusamos de ellos. Nosotros no los golpearmos, ni les privarmos de alimentos, agua, luz o del sueño. De hecho, hemos tomado numerosas medidas para asegurar que nuestros toros están saludables en todo momento. En primer lugar, la carrera es sólo en tierra o hierba, no en calles de ciudad, con el fin de prevenir los resbalones y caídas que a menudo hieren toros en España debido a su incapacidad para ganar tracción en el pavimento.

Por último, lo más alucinante del caso es que la fiesta termina con…¡una tomatina!

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Viendo las fotos del evento, todos ataviados con pañuelo rojo y de blanco, uno agradece a la organización el evitar que ese respetable público acuda al encierro verdadero…o será peor ¿quizá les animará a venir a Pamplona este año para correr el verdadero?

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Bien pensado, igual el Ayuntamiento de Pamplona y la Casa de Misericordia deberían patrocinar el evento en USA…