Aunque parezca una osadía pensarlo, hay lugares deonde en sanfermines se sigue trabajando con normalidad. En ellos, aunque sean las 12´30 del seis de julio el personal sigue currelando con ritmo normal.
Por razones que no viene al caso, o mejor dicho sí que vienen, este juntapalabras tuvo que meterse minutos después del chupinazo en los sótanos de un céntrico y famoso centro comercial de la calle Estella. Había que hacer unas copias de las llaves de casa y si no, las consecuencias iban a ser peores que perder ese primer rato de las fiestas.
El caso es que junto al cubículo de las llaves, una escena digna de ser contada. Una morena y una rubia, hijas de algún pueblo guiri, habían ido a caer a la zona de los cajeros automáticos en pleno estado de euforia. Las jóvenes parecían proceder del camping de Mendigorría, presumían de un trapío nada desdeñable y tenían las camisetas plagadas de medallas de la sangría.
Al detenerse junto a ellas, rodearon a un empleado de la limpieza armado con escoba y empezaron a insinuarse con una torpeza femenina asimilable a los bodrios de Pajares y Esteso. Una se colocó delante y otra detrás, sin ningún recato de las distancias corporales. Le hablaban en inglés, con la afectación de quien quiere aparentar sensualidad pero sólo huele a tetra brick, mientras el chaval, que no pasaría de los veinticinco, aguantaba impertérrito el chaparrón sin pestañear.
Cuando lo aflojaron un poquito el chaval alcanzó a decir: ya os querría pillar fuera de aquí… pero ni caso me ibais a hacer. Recogió con la pala unos papelillos del suelo y se marchó.
Una de las normas no escritas de los sanfermines es respetar a quien trabaja en la fiesta ¿fue este un caso de maltrato?
Ahora entiendo la génesis de Janis, la novela de nuestro blogkide Patxi Irurzun, en la que un barrendero de Pamplona se convierte en estrella internacional del porno amateur.
Maltrato, acosos, mala educación…¿ Y a que van a molestar a un pobre chaval que le toca currar en Fiestas teniendo la calle llena de voluntariosos voluntarios ?
Ellas no son tontas, la blackandeker del barrendero prometería, como la del personaje del libro al que haces referencia.
Dick Grande!
¿O buentrato?