Cantera


Ahora que van remitiendo los ecos de la celebración de Halloween, en la que, nos guste o no, cada vez participa más gente, los recalcitrantes como el que suscribe reciben como un soplo de aire fresco imágenes como las que envía una enferma de los sanfermines como habrá pocas.

Ingrata labor esa de los padres y madres que inyectan el veneno sanferminero en su progenie, sabiendo que a la vuelta de unos años lo pagarán caro, tanto por los desvelos que tendrán que sobrellevar como por la literalidad de la expresión «pagar caro».

¿Qué pasa si les encargas a los más pequeños que con técnica libre plasmen los sanfermines?

Cosas como éstas (por cierto, para poner a prueba vuestra agudeza visual, hay una imagen discordante, a ver quién la descubre):

¡¡¡ Gracias Amaia !!!