La verdad es que a Chapu aquello le parecía sencillo. Iba consistir en entrar en la tienda, pedir lo que quería, probárselo y comprarlo. Nunca vio ninguna dificultad añadida en el asunto, más allá de que llevar una boina roja en Sanfermines no fuese la última moda. Además, el Aita la había llevado un montón de años.
De modo que se fue a la plaza Consistorial y entró en un conocido comercio pidiendo una boina colorada (desconocemos si es lo mismo que una txapela, doctores tiene la iglesia).
Para hacer honor a sus ancestros guipuzcoanos, y como Aznárez llevaba varios años jubilado, Chapu quería una boina de Elósegui. De las de Tolosa, con su forro y su etiqueta. Así se lo explicó al dueño de la tienda bermellón. El vendedor, en vez de sacar el producto, comenzó a hacer preguntas:
-¿Eres dantzari?
-No
-Entonces serás gaitero.
-No tampoco.
-¿Txistulari?
-No, no soy músico.
-¿Entonces para qué quieres una roja con forro? no merece la pena.
Aunque a Chapu, le hubiese apetecido mentir al comerciante y decirle que era un requeté salido del túnel del tiempo o un mulillero en apuros, tanta pregunta empezó a intimidarlo y pronto se vio de nuevo en la calle Mercaderes, compuesto y sin boina.
Al día siguiente, espoleado tras contar la anécdota, se armó de valor y volvió a la tienda de la esquina. Allí le esperaba de nuevo el implacable comerciante de gorras y sombreros. Pero esta vez le acompañaba una amiga que no se creía semejante torpeza comercial.
-Hola, que quiero una boina de Elósegui roja.
-Pero si me dijiste que no eras músico, respondió el vendedor.
La amiga de Chapu, que ya se había cerciorado de la situación, zanjó el diálogo rápidamente.
-Pero le vas a vender la boina ¿sí o no?
Ante el ímpetu de una mujer navarra, el dependiente sacó una boina con forro y la talla exacta.
Puede que lo de la boina roja sea rizar el rizo del traje pamplonica, que las boinas de Elósegui fuesen las más caras de su especie, pero allí las tenía el comerciante entre su muestrario puestas a la venta y resistiéndose a venderlas. Cosas veredes amigo Sancho.
Por si el Chapu en cuestión se mosquea, el uator del relato es Josemiguelerico 🙂
Corregida la autoría.
En el trasfondo de la historia lo que subyace es que las mujeres son las que mandan. Yo siempre he tenido el deseo de llevar boina un día en San Fermín, pero por el momento aún no he sido capaz.
Yo en sanfermines no llevaría boina porque rompería a sudar a los 15 segundos y la dejaría hecha un asco. Prefiero gorros de usar y tirar.
Son las que mandan o son mas decididas, que nosotros con 4 preguntas nos venimos abajo si de ir de compras se trata…
Pamplonudo no has sido capaz de encontrar una de tu tamaño, de enroscartela…?
De todas formas esto ocurrió en San Fermin? en dias que te venden cualquier artilugio por raro que sea?
No he sido capaz por falta de valor.
Sucedió un nueve o diez de julio. Mucha orientaón a ciientes no mostraron 🙂
Veo k volvemos a las andadas, en la cena de seguimiento muchas promesas (subidas de sueldo, no robar las autorías de los post, kalimotxo gratis para punkies…) y a la hora de la verdad, todo sigue como siempre.
Entrañable un vendedor cerca de la plaza de toros, no te dejaba salir sin la txapela adecuada.
Para txapelas, las rellenas de ibérico y camambert
Esas si que fueron buenas Txapelas Mariachi, si señor.
Por cierto, no me ha llegado la cesta que nos prometió Sanfer.
Toko Toko, entendiste mal, lo que os anuncié era una «resta», no una «cesta».
Alguien sabe dónde podría conseguir una boina de Aznárez, de las antiguas? Si alguien sabe que me envíe un correo a: cronicasdebolsillo@gmail.com
Gracias.