Se dice, se oye, se comenta, que un par de amigos pamploneses de buena posición, gente de orden, cierta mañana de San Fermín se ausentaron de sus casas a la hora del encierro.
El dúo, que debían ser ya padres de familia, se fue liando se fue liando y en una época en la que no había teléfonos móviles enlazaron la tarde con la noche y la noche con el día.
Se cuenta que cuando volvieron a su casas veinticuatro horas después, sus «santas» les esperaban en la puerta con un soberano cabreo. Para intentar mitigar la galerna, uno de ellos había comprado bollería en una conocida cafetería de la ciudad y no se le ocurrió otra cosa que afirmar frente al sanedrín de su esposa que «había llegado un poco tarde por haber ido a comprar cornillas».
Saco esta anécdota a colación, pues este artículo debía haber sido enviado y publicado el pasado lunes, pero… me entretuve en ir a comprar coronillas.
Feliz viernes a todos.
Es la típica situación donde la mujer dice: «tu sí que me tienes hasta la coronilla».
Viejo truco ese de llegar a casa con bollería, churros o flores recién compradas a la china para mitigar la posible bronca de madre o pareja.
Yo recuerdo a un incombustible sanferminero que en noche de exaltación de la amistad perdió la vergüenza, la dignidad y las llaves. Volviendo al hogar tocó al timbre y escuchó vociferar a su amada. Esta le decía que no le abría, y el insistía con voz melosa y etílica. Ante la insistente negativa de la doña,él no dudo en utilizar artimañas de las que nunca fallan, y le dijo:» Venga abre, que traigo un ramo de flores para la mujer más bonita del mundo». Aquellas palabras ablandaron el corazón de la moza y abrió la puerta viendo al interfecto con las manos en los bolsillos. El enfado se reflejaba en su cara y preguntó: » ¿Y el ramo de flores?. A lo que él cruzando el umbral de la puerta respondió: ¿ Y la mujer más bonita del mundo?.
Muy buena pamplo, espero que eso le pasara al amigo de un amigo tuyo.
Nunca es tarde si las coronillas son buenas, Josemiguelerico.
Que digo que en 24 horas currarse una excusa algo más elaborada ya podía.
Y a esas horas donde esten unos buenos txurros…
Eh! eh! Josemiguelerico… y a todo esto… ¿dónde están las coronillas?
A mi me parecen mejor las coronillas que los churros, aunque yo no tendría el cuajo de desaparecer asi de casa (más que nada porque si lo hago, mi santa me cruje).