Hasta San Fermín Chiquito iremos desgranando esos microrrelatos que tanto nos hicieron disfrutar antes de fiestas. Para que podáis disfrutarlos todos los aficionados.
Pero antes, en época de balances, habremos escuchado ya a cuánto asciende la cifra de detenidos por agresiones sexuales, a cuánto la de agresiones sexistas, la de toneladas de basura recogidas, la de comas etílicos, la de heridos en el encierro, la de atenciones de la Cruz Roja, la de objetos perdidos en Consigna, la de incompleta ocupación hotelera (algún día analizaremos qué tipo de «turismo» estamos atrayendo a Pamplona), la de kilos de comida caducada decomisada, la de dosis de «sustancias» intervenidas, la de sancionados por incumplimientos del bando municipal, la de intervenciones de la policía, etc., etc., etc.
Pero, ¿y si cuantificásemos lo positivo?
¿Cuántos reencuentros se han producido? ¿Cuántas relaciones se han iniciado? ¿Cuánta alegría se ha concitado? ¿Cuánto se ha exaltado la amistad? ¿Cuánto se ha compartido? ¿Cuánto se ha bailado y cuánto se ha cantado? ¿Cuánto se ha reído? ¿A cuánto ha ascendido la diversión? ¿Y la emoción? ¿Cuánto se ha disfrutado?
Somos gilipollas integrales.
Ya falta menos.
Totalmente de acuerdo!!
El trato de la prensa a estas fiestas ha sido infame, propio de quien cubre un evento sin asistir a él. Esas cosas se notan. Como el/la columnista de turno que se llena la boca hablando de un tema que desconoce, pero como hay que llenar la columna semanal…de algo habrá que hablar.
Viva San Fermín, y todo lo que estas fiestas traen a la vida de los que las amamos. De los que celebramos las cenas de escalerica, de los que pensamos en ellas durante todo el año y nos emocionamos con todos los rituales previos (incluido, claro está el concurso de microrrelatos).
Las fiestas sin igual, las mejores del planeta.
Al cuantificar lo positivo quieres evitar hablar de las meriendas de los toros. Brillante Sanferman…