La semana pasada en su debut en este blog, idenercio escribía un post titulado “San Fermín cambia para que todo siga igual”. En el mismo explicaba cómo eran los Sanfermines de su padre tan diferentes a los de ahora y dejaba en el aire la pregunta de hacia dónde van los Sanfermines incluyendo algunas sugerencias. Esto hizo que me hiciera la siguiente pregunta: ¿De quién depende que los Sanfermines cambien o que sigan la misma línea de los últimos años? En unas fiestas que decimos populares, ¿depende del Ayuntamiento o depende del pueblo?
Evidentemente hay cambios que están en manos del Consistorio. El nuevo Ayuntamiento llegó poco antes de las fiestas al gobierno municipal y no pudo acometer demasiados cambios ya que el programa estaba prácticamente cerrado. Sí llevaron a cabo un cambio que muchos solicitábamos desde hacía tiempo y es el hecho de que el lanzador del txupinazo no fuera un político. La duda queda en si la forma de elegirlo fue la adecuada.
Este año tienen varios meses para plantear un nuevo modelo para los Sanfermines. Las Mesas del Encierro y de los Sanfermines han sido infrautilizadas. Habrá que ver si los nuevos gestores atienden las sugerencias de los participantes en estos meses, aunque no me consta que se hayan reunido todavía. Lo que tengo claro es que le modelo de fiesta no se cambia con novedades en el programa o invitando a otras ciudades. Las medidas que deben tomarse para evitar el macro botellón actual deben ser drásticas y duras, y no tengo muy claro que puedan llevarse a efecto.
¿O somos los ciudadanos los que podemos cambiar el modelo de fiesta? ¿Queremos? ¿Qué significa “unas Fiestas más participativas”? ¿Participaríamos de ellas si lo fuesen? Yo sé cómo son los Sanfermines de muchos pamploneses. De la mayoría diría yo. Encierro, almuerzo, gigantes, vermú, jala, toros, cubateo. Ponerlo en el orden que queráis. ¿Cambiarias vuestros Sanfermines actuales por otros distintos?
Lo que quiero decir con esto es que igual no nos gustan demasiado estos Sanfermines, pero sí nos gustan nuestros Sanfermines. En cualquier caso veremos cómo afronta el nuevo Ayuntamiento el reto de enfrentarse a unos Sanfermines que para mucha gente ya no son lo que eran y para otros siguen siendo lo mismo.
P.D: Saludos a l@s nuev@s.La veteranía es un grado y seis media docena.
Me vale el mismo comentario que hice con Idenercio.
Mientras unos no saben qué más hacer para intentar cambiar las fiestas, y otros no saben qué más hacer para que no las puedan cambiar, la FIESTA evoluciona.
Y como dicen Faemino y Cansado, con el tiempo, que unas veces pasa normal y otras inexorable.
Así va evolucionando.
¿O pensaban nuestros bisabuelos que podría beberse otra cosa que no fuera vino o anís en fiestas?
¿O contaba alguien con los efectos de no poder fumar en bares y restaurantes?
¿O alguien esperaba que a la juventud el rollo del tendido de sol le valga sólo para desfasar un par de días?
Me temo que todo esto es difícilmente manejable desde un despacho, aunque sí se puede intervenir, imaginemos una prohibición de las corridas de toros, está claro que cambiarían los sanfermines drásticamente.