Este pasado fin de semana se ha disputado el “Combate del Siglo”. La pelea de boxeo más esperada en años. Cifras astronómicas para los púgiles. Millones de euros invertidos en publicidad y un montón de gente alrededor del mundo viendo el combate por pago por visión. Y al final la decepción. Tantos años esperando el combate y tan tinta derramada para que el resultado fuera desilusionante para todos. Tanta expectación para que al final todo quedara en fiasco.
Y esto me ha hecho pensar en el parecido que ha tenido la pelea con los Sanfermines. Cada año esperamos que sean “Los Sanfermines del Siglo”. Intuimos que van a ser especiales. Los preparamos y nos preparamos con celo. Pero cuando llegan aparecen las decepciones. Te decepciona el clima que guarda los peores días de verano para el 6 de Julio. Te decepciona la hostelería que sigue soltando sablazos a pesar de la crisis. Te decepcionan los políticos que no son capaces de dar normalidad a las fiestas. Te decepcionan los encierros hechos para atletas que han perdido parte de su emoción. Te decepcionan algunas tardes algunos de los protagonistas de la Feria del Toro. Te decepcionan meriendas del tendido y el poco decoro de los cocineros al mando. Te decepcionan los malos resultados relativos al liguoteo que se acumulan año a año. Te decepcionan algunas colecciones de fuegos artificiales del Concurso Internacional. Te decepcionan muchos de los conciertos contratados para “amenizar” las noches. Te decepciona encontrar a la Comparsa almorzando cada vez que quieres verles bailar. Te decepciona que llegue el Pobre de mí y te hayas dejado cosas por hacer.
Pero cuando después de Fiestas haces el análisis de las mismas, el resultado siempre es positivo. Porque los últimos sanfermines siempre son mejores que los anteriores. Y porque al final, son los que te acompañan del 6 al 14 los que hacen que estas sean unas fiestas sin igual.
P.D: Te decepciona tener resaca siendo miércoles.
¿Estás mejor?
Mucho mejor