Por qué vuelan los aviones te preguntas mientras regresa azul la melancolía a las calles húmedas de esta ciudad inundada de sombras que tardarán en despejar los abrigos las bufandas y las vetustas gabardinas serán el atrezzo de los días desgajados unitariamente de un almanaque todavía por vestir por encima de la bruma música sorda de motores será la única señal que llegue a los aturdidos párpados de transeúntes sin destino la luz tan prematura ya alargará la tristeza cada vez más nítida y los rescoldos que reviven los recuerdos sólo servirán de útil desconsuelo en las interminables horas donde nadie osa predecir los designios de la sutil nostalgia