Me siento extraño. Y más aún en estas fechas. Año tras año todo se repetía como si de una tarde de toros en la monumental se tratase. La cosa iba igual y, de repente, todo ha dado un giro inesperado. Ya había reservado hora para almorzar, para comer el día ocho con la cuadrilla y el post de las prohibiciones del ayuntamiento, cuando me encuentro con que tengo que hablar bien de ellos por un doble motivo. Sin pensar mucho también se me ocurren muchas cosas por las que poder criticarle pero voy a hacer un kit-kat pre-sanferminero. Siempre le he dado caña, con lo que me parece justo y razonable, reconocer sus aciertos. Parece que Gora Iruña podrá gestionar el espacio de La Runa. El acuerdo ya está cerrado y de nuevo podremos disfrutar de este espacio popular y, además, sin las prisas del año pasado. Una buena noticia para la gente que lleva años trabajando duro en ocasiones sin ninguna recompensa.
Había otra cosa que me parecía repugnante. Dentro de la nueva normativa del encierro querían prohibir la venta de periódicos en la zona del recorrido. Para la gente de Santo Domingo entrar en Abárzuza no es un mero acto de compra-venta. La calle se amplía para llegar al cuarto de estar de tu casa. Lo mismo supongo que pasará en La Casa del Libro en Estafeta. Los regentes de ambas librerías te hacen sentirte como en tu casa. Allí dejas las llaves, el móvil, parte del miedo y muchas cosas más. Comprar el periódico es lo de menos. Hasta eso querían prohibirnos, pero finalmente han reculado y parece que ambos locales tendrán permiso. Así que antes de que el Ayuntamiento haga algo que me haga arrepentirme de este post lo termino rápidamente. Ya falta menos. Nos vemos en la calle.