Para alguien que venga de fuera a disfrutar la fiesta en toda su extensiòn tiene que ser alucinante llegar a Pamplona en fiestas. Desde que empiezan las dianas, despertando a la poblacion para ir al encierro. Luego el ambiente de los desayunos, con los churros, el chocolate caliente, o los copiosos almuerzos bien regados.
Para después de desayunar ya salen los gigantes y los kilikis, dando ambiente a las calles, y haciendo resoplar a los padres, con los niños en sus cansados hombros. A media mañana ya se escuchan las charangas y peñas, que alegran con su mùsica las calles. La gente llena las calles en busca del aperitivo, mientras el bullicio va en aumento. Las terrazas de la Plaza del Castillo están abarrotadas, mientras miran pasar al gentío. Algun grupo que todavia no se ha acostado atraviesa la calzada arrastrando sus agotados cuerpos, con ojos vidriosos y sonrisilla delatora.
Por las mañanas hay multitud de actos a los que acudir, aparte del aperitivo. Desde la mùsica en la Taconera, hasta el deporte rural en la Plaza de los Fueros. Los festivales taurinos en la plaza de toros, o los concursos de recortadores. Recomiendo el multitudinario concierto de txistularis en la Taconera. La mùsica es algo que no falta en Pamplona las 24 horas.
Con solo darse una vuelta por el Casco Antiguo, con las txarangas, o con las peñas que animan las mañanas, o mirando los puestos, o los titiriteros que hay en cada esquina, se puede disfrutar de una bonita mañana sanferminera. Cuando se hace gana de ir a comer, a casa, o a un apañado menù sanferminero de pochas y estofado de toro. Continuarà…………..
Las mañanas sanfermineras son algo muy bonito que descubres a partir de cierta edad, ya que de muete te las pasas durmiendo y recuperandote de la soba de la noche anterior.
El aperitivo, la música, los gigantes o un buen almuerzo, son cosas a las que realmente les puedes sacar chispas.
Totalmente de acuerdo. ¡Cómo cambian las mañanas sanfermineras cuando empiezas a salir limpio!. No como de chaval, que llevas toda la mugre de la noche y el frío que te ha entrado entre las 6 y media y las 8 de la mañana metido hasta el tuétano.