El carnaval de julio 2


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Foto Álvaro Barrientos/AP

Atrás queda el miércoles de ceniza y con él los disfraces lucidos durante el carnaval. Pese a una cierta recuperación en los últimos años, Pamplona sigue sin ser ciudad carnavalera; no al menos en época de carnaval. En Pamplona es bien conocida la costumbre de disfrazarse en Nochevieja pero parece que, en vísperas de cuaresma, el hábito no cuaja, si exceptuamos fiestas escolares e iniciativas de algunas peñas y otros colectivos populares.

Porque… sí, porque cuando realmente se transforma la ciudad es el 6 de julio, ese día en el que todo el mundo adopta la indumentaria sanferminera (disfraz, le llama con sorna un amigo mío) y deja en el armario sus vestimentas (y comportamientos) habituales.

Aparte de este disfraz colectivo y uniformizador, desde mucho tiempo atrás existe otro espacio propenso a la vestimenta estrafalaria: el tendido de sol. Supermanes, reyes magos, comparsas de gigantes, el equipo ciclista Reynolds, Higuita y Valderrama, esquiadores, piratas y demás han venido poblando la solanera pamplonesa. Y, más recientemente, las peñas han elegido una tarde sanferminera para disfrazarse en masa con motivos reivindicativos, como los recortes en el gasto público o la conmemoración del V Centenario de la Conquista de Navarra. Con más o menos gracia, todas estas son aportaciones que dan color a nuestra pintoresca plaza de toros.

Menos gracia me hace otra moda disfracil que está triunfando en los últimos años, a las 8 de la mañana, en la calle Estafeta. La de quienes se visten de colorines para que les vean bien en la tele del bar del pueblo corriendo en el encierro de Pamplona. Pero bueno, ese es otro tema.

 

 


2 ideas sobre “El carnaval de julio

  • sanferman

    Grandes paradojas de la humanidad:
    Los mozos estafeteros del encierro se disfrazan de serpiente multicolor, y el año de la contrelamontre de la Vuelta Ciclista a España, van los ciclistas y sacan un mono con los colores sanfermineros…

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