El Duque de los Abruzzos 1


Como ya hemos comentado en otras ocasiones en este blog, los Sanfermines de los años 20 se convirtieron en destino turístico para personalidades procedentes de todo el mundo. Así, aristócratas, artistas y otras celebridades frecuentaron Pamplona durante los felices años 20.

Y, de entre todas estas figuras, destaca la visita de Luis Amadeo de Saboya, Duque de los Abruzzos, en 1929.

Este noble italiano, hijo de Amadeo I de Saboya, efímero rey de España, nació en Madrid en 1873 y siendo adolescente se enroló en la Reggia Marina italiana, lo que le llevó a recorrer medio mundo en busca de aventuras. Participó en expediciones a Alaska y el Polo Norte, conquistó las cumbres de la cordillera Rwenzori en África y atacó incluso el K2, aventura que acabó en fracaso.

Finalizada la Primera Guerra Mundial, volvió a alejarse de esta Europa marcada por el odio y emigró a Somalia, colonia italiana por aquel entonces, donde fundó un asentamiento, Villaggio Duca degli Abruzzi, en el que trató de aplicar técnicas agrícolas modernas.

Con la visión propia del colonialismo paternalista, el Duque intentó mejorar el rendimiento de las tierras y promover la educación y el desarrollo tanto de la población nativa como de los cientos de colonos llegados desde Italia a Villabruzzi, topónimo con el que se acabó conociendo popularmente la población. El algodón y la caña de azúcar fueron los productos estrella de la explotaciones agroindustriales de este asentamiento colonial, que llegó a aglutinar a dieciséis aldeas y que hoy recibe el nombre de Giohar.

Residencia del Duque en Somalia. Imagen: http://www.150storiaditalia.it/it/approfondimento/viaggi-ed-esplorazioni/

 

A su muerte en 1933, Luis Amadeo de Saboya fue enterrado cerca de su colonia, a orillas del río Uebi. Su esposa somalí, Faduma Ali, fue una de las muchas personas que le lloraron.

De este espíritu libre y de su merecida fama de playboy se hizo eco cierto diario navarro, muy tradicionalista, en su edición del 8 de julio de 1929:

Visita estos días nuestra ciudad SAR Luis Amadeo de Saboya, hijo del usurpador Amadeo, y reconocido explorador y aventurero. Se le ha podido ver por las terrazas de distintos establecimientos de nuestra capital, alternando con otros forasteros, como es el caso de los reporters estadounidenses Ernest Hemingway y John Dos Passos. Les acompañan en todo momento bellas señoritas, extranjeras en su mayoría, cuya conducta licenciosa nada tiene que ver con el comportamiento virtuoso de la mujer navarra, que jamás se dejará dominar por la influencia de los vapores etílicos y las danzas pecaminosas que estos supuestos intelectuales quieren imponer en nuestra gallarda tierra.


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