Del mismo modo que se habla con propiedad del toro de Pamplona, reconociendo en él a aquellos toros con trapío, astifinos y de presentación impecable, voluminosos aunque no gordos, bravos y con peligro, es justo reconocer que Iruña gusta de un tipo de torero muy concreto.
La afición de esta ciudad se identifica con el torero valiente, acostumbrado a las corridas denominadas duras, muchas veces modesto y que acude a la Feria del Toro dispuesto a darlo todo por el triunfo.
Una de las razones de esta peculiaridad de nuestra plaza puede radicar en que el tipo de toro que gusta aquí pone en serios aprietos a las denominadas figuras que, confiadas en su arte y oficio, huyen de esta clase de ganado, que les dificulta el lucimiento y a los que buena parte de la plaza no presta atención.
En cambio, ese torero modesto, honrado, humilde y con hambre de triunfo, siempre halla hueco en nuestros corazones. De este modo, aquí alcanzaron gloria gente como Manili, Morenito de Maracay, Domingo Valderrama o El Fundi, que sin llegar a convertirse nunca en números uno del escalafón, ganaron aquí respeto gracias a su valor y su sangre. Otros, con méritos similares, sí llegaron a figuras, como Ruiz Miguel, Pepín Liria o Espartaco.
Pero si hubo alguien que alcanzó en Pamplona categoría de ídolo durante muchos años, no fue, curiosamente, un matador.
Era subalterno, banderillero.
Vestido de plata.
Juan Luis de los Ríos.
El FORMIDABLE.
FOORRMIDABLEE!!!De acuerdo con el articulo.De todas formas tambien se han ganado el corazon de algunos, toreros que aun arriesgando se han dedicado mas a hacer el paripe y ha ganarse al publico con su circo.A dia de hoy ,para mi,El Fandi es el maximo exponente de este tipo de torero.
Pues en esa línea que comentas, pamplonudo, en Pamplona Padilla tira… Y qué decir del Jesulín del rabo…
Pero yo hablo de otra cosa, de Zotolucos, Valderramas, Manilis… Gladiadores!!!
Si señor, aupa Formidable.
Es curioso que éste banderillero tenía en Pamplona más cartel que muchos matadores.
Luego están casos tan peculiares como el de Ambel Posada, que bien aconsejado de cómo triunfar en Pamplona, nos agasajó a los solaneros con una camiseta el día de su alternativa. Lo malo es que luego pasó con más pena que gloria…
Yque me decis de Encabo y esa tarde en la que mas que torear, fue arrollado una y otra vez por un morlaco como la locomotora del Irati.
El pobre acabo sin manoletinas, con unos pantalones vaqueros, sin corbata y en camisa. Eso si le echo un par de……. y de ahi a la enfermeria.
Andanada, me temo que te equivocas de matador, que no de tarde.
Justificable porque ahí arriba, en el Paraíso, veis las cosas con cierta distancia.
Encabo toreaba esa tarde, pero el héroe al que creo que te refieres fue Antonio Ferrera.
Estafetakoa, aun compartiendo tu admiración por Juan Luis «de los líos» disiento en tu diagnóstico.
El mío se aparece más al de aquella comparación de un presidente de un club de fútbol que hablaba de «Zidanes y Pavones» (y que por lo que cuentan nunca consiguió llevar a la práctica).
En el gusto de Pamplona siempre han cohabitado en el triunfo el torero de testosterona con el de hondura.
El toreo que nunca ha triunfado ha sido el de posturita y «pitiminí» o el tremendista de los años «60».
Pamplona desde los 40 tenía como ídolo a Julián Marín, pero también a Manolete. Al corajudo César Girón se le hacía un hueco entre los idolatrados Antonio Ordóñez, Paco Camino y Diego Puerta. En los 70 en la parte heróica del corazón de la plaza mandaba Antonio José Galán, pero también la sobriedad de El Viti.
Ya en los 80 y 90, para acercarme a los toreros mencionados en el post, y a la memoria de los colaboradores de este blog triunfaban Txomin Valderrama y Manili, O Jesulín con su tortilla pero también Juan Mora y Emilio Muñoz. Por cierto, y para que veáis que para disfrutar de los toros no hay que ser ningún Cossío alguno del Muthiko salió diciendo que lo que más le habían gustado eran los «zurdazos» de Muñoz.
o… José Tomás. Me tocó vivir muy de cerca el debut de José Tomás con los toros de Cebada Gago, y os puedo asegurar que el tendido de sol se dio cuenta, en el sexto toro, de que ahí abajo había alguien con las cosas muy claras. Casi antes que el de sombra.
Recordaréis también aquel 14 de julio del 98, la que se lió en sus faenas, y ni era mediático ni todavía se el tenía por ningún mesías. Todo el tendido paralizado.
Pero En la actual década no lo veo tan claro. La desconexión entre el tendido y la arena ha aumentado tanto, que no veo muchos Zidanes. Fernando Cruz hizo una faena magnífica hace unos años, pero al personal que había jaleado un mediocre trasteo de un torero navarro le pasó desapercibida.
El año pasado , por ejemplo, Rafaelillo se ganó un sitio en la nómina de toreros «de Pamplona» sin pegarse ningún padillazo.
Grande Emilio Muñoz; inolvidable una vuelta al ruedo, elegante, majestuosa, con la capa pegada a la cintura, arrastrándola ligeramente sobre la arena. Nunca he visto mayor alarde de «torería». Muy alejada de los tragos de bota padillescos.
Pero si a alguien recuerdo como Torero con mayúsculas, ése fue Julio Robles.
Enhorabuena por tu genial comentario Jose, y acertadísima tu distinción entre valor y tremendismo.
Mi recuerdo tambien a Gomez Escorial.Imitando a Galan, hace pocos años entro a matar a un Miura que no habia por donde cogerlo y decidio entrar a matar sin muleta.En la epica del toreo,sin contratos,morir y matar.Solo por eso consiguio la contratacion para el año siguiente.
Estoy impresionado de cuantos taurinos tenemos, jeje.Yo francamente no soy aficionado a las corridas.Por eso el mundo de los toreros y su arte me trae al pairo. Pero no dudo que hay unos pocos que son verdaderos artistas.
Hola.Soy una aficionada a los toros pero con una manera de entenderlos muy singular.Algunos me tacharán de muchas cosas,pero así como cada torero es un mundo,los aficionados también.Creo en la lucha por la supervivencia tanto del toro como del torero,perfecto derecho del cabestro a luchar por salir del coso a 4 patas y no peinando la arena,y el mismo del torero por su propio pie.Hay muchos toreros que no vienen a Pamplona porque les parece un coso ignorante en su tauromaquia…Pamplona es como es,con su idiosincrasia,con su alboroto,con cada segundo de vida vivida hasta la extenuación,cada minuto del día existe para que el minuto siguiente le supere en dinamismo y pasión……Pamplona es muchas cosas,y el torero que no lo entienda así no tiene sitio en los Sanfermines.Para lucimiento y ,muchos teatrillo taurino,ya están las plazas que se tienen por eruditas.A Pamplona hay que venir a esperar acontecimientos,a superar la desidia a veces de una plaza esperante de algo nuevo y vibrante.A Pamplona hay que venir a mezclarse con las gentes y el desorden,hay que venir a explorar confines del mundo que carecen de explicación racional……A Pamplona hay que venir sin planes de triunfo o fracaso,solo hay que venir queriendo,y eso es lo que la gente mejor entiende en la plaza,,y eso es lo que hace que un torero salga con un «ole» en la montera.