El verdadero significado del encierro 7


Mesas del encierro, Museo del encierro, tertulias televisivas y patochadas varias, pero en ninguna se entra a fondo en el significado del encierro. Seré yo el que hoy ponga el dedo en la llaga y trate el encierro como lo que realmente es: La representación taurina de una noche de ligoteo por la Vieja Iruña. Por lo evidente que es, la explicación es innecesaria, pero dejarme que la desarrolle.

Entendamos que la manada (dígase grupo de mozas) tienen que abrirse hueco por los tramos del recorrido (dígase zona de bares) entre borrachos, gente que no sabe de que va el tema y figurines de vestimentas atrevidas (dígase borrachos, gente que no sabe de que va el tema y figurines de vestimentas atrevidas).

La manada sale a primera hora por una zona tranquila del Ensanche donde no hay mucha gente (lo que sería Sto. Domingo). Se encuentran con veteranos valerosos, y que no se andan con chiquitas. Ven carne y quieren ir a por ella. Les gusta el riesgo. Ante ellos aparecen a dar cornadas a diestro y siniestro para abrir camino a la manada, los toros más bravos. Que la manada les pase por encima suele ser los mas cerca que van a estar del triunfo estos aventureros.

A continuación deciden que lo mejor para salir de marcha son los bares de lo viejo (Ayuntamiento y Mercaderes en el encierro). La manada va unida, aunque todavía la abren las que vienen rebotadas por considerar irresponsables algunas actitudes de los veteranos. Ya aquí algunos mozos intentan coger asta, retirándose rápidamente hacia la barra, perdón, vallado, dándose cuenta de que la manada aún es compacta y sería un suicidio intentar cualquier alarde. Es la zona donde los mansos mejor hacen su papel de protección.

La curva de Mercaderes es la entrada al bar de moda. Hay golpes, empujones y alguna caída, pero es aquí donde los integrantes de la manada van a encontrar corredores que estén a su nivel. Dentro del bar (primer tramo de la Estafeta) las cosas empiezan a quedar claras. Algún miembro de la manada siempre sale con ímpetu y se encuentran con los primeros grandes conocedores del arte amatorio. Corredores que aguantan las   fuertes embestidas en las distancias más cortas y que suelen tener premio. Los menos avispados tienen que intentar hacerse hueco con mayor o menor maestría entre una manada ya rota. El gracejo y arte a la hora de correr también puede tener recompensa. Aquí la manada es más dócil, pero como te confíes y pretendas tocar lomo te pueden mandar al hule.

De aquí hasta el callejón la masa se apodera del lugar (discoteca). Los ligones con sus curiosas vestimentas se dan codazos y sacan sus móviles para tener alguna foto con la más guapa de la manada. Son bastante pesados y babosos y no suelen dejar en paz a la moza  hasta que esta se va a casa harta de tanto sobón. Curiosamente estos personajes son los que al final de la noche fanfarronean y dan lecciones, aunque muchos de ellos son meros mamarrachos que están pasados de moda. También alguna se queda haciendo la remolona en busca de algo interesante, aunque sabe que a esas horas sólo quedan deshechos y lo mejor será, tras un par de derrotes, irse a casa.

Para rematar llegamos al afterhour (la plaza de toros). Aquí no hay ni orden ni concierto. Generalmente encontramos gente pelín pasada cuyo único fin es no acabar la noche sin intentar tocar algún culo ya sea de toro, cabestro o doblador (segurata).Esto suele provocar el enfado de ellas y de sus novios (pastores) y suele acabar con un par de hostias antes de que la manada al completo se retire a chiqueros.

Como os decía al principio, la representación pura y dura de una noche de ligoteo.

Como entenderéis, esto solo pretende ser una broma y espero que ningun@ se tome a mal las comparaciones.


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