Estimados amigos y lectores, a diferencia de otros años y debido a las circunstancias de la pandemia provocada por el coronavirus, no hemos podido realizar el tradicional acto presencial de emisión del fallo del jurado junto con la lectura de de los diez microrrelatos finalistas, por lo que este año hemos optado, gracias a la colaboración de Navarra TV, por trasladar este evento a la televisión para ser emitido en directo y a través de internet vía su canal de youtube.
El fallo del jurado del XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín ha sido el siguiente:
Primeros tres clasificados:
Ganador: La cita por Elena Bethencourt.
2º clasificado: ¿Quién eres? por Marcos Sánchez Mongay.
3º clasificado: La compañía por Carlos Remón Sanjuán.
Resto de finalistas:
4º clasificado: Desde el suelo por Elena Olivella.
5º clasificado: La vida es puro teatro por Ignacio Navarro.
6º clasificado: La corporación por Ignacio Cortina Revilla.
7º clasificado: Die Traumdeutung (Ametsen interpretazioa) por Amaya Indave Navarlaz.
8º clasificado: Two an a half minutes from glory por Wibo Sefeld.
9º clasificado: Siempre será 6 de julio por Esther Imízcoz Campos.
10º clasificado: La letra con sangre entra por Gonzalo Prieto Barrera.
Nuestra más calurosa enhorabuena a todos ellos, así como al resto de participantes en este XII Certamen que nos han hecho disfrutar con sus trabajos.
Y sin más preámbulos, aquí tenéis el texto ganador al que seguirán la próxima semana el resto de textos en sucesivas entradas:
La cita – Elena Bethencourt
Nos conocimos el seis de julio de 1995 entre la multitud que salpicaba de blanco y rojo la Plaza del Ayuntamiento. Él, de Pamplona; yo, americana. Nuestra historia no pudo continuarse en el tiempo, pero no por eso deja de ser real. Ya se sabe que, a los quince años, nadie detiene la vida para amar.
Al final de la fiesta hicimos una promesa y pusimos una fecha: cuando tuviéramos cuarenta años, si ninguno de nosotros estaba casado, nos volveríamos a encontrar. Nuestra cita sería en la puerta de la Iglesia de San Lorenzo, donde aquella noche nos besamos después de miramos de esa manera que cambia el mundo a mejor.
Volví a mi país. Aún no había móviles ni usábamos internet. Durante mucho tiempo nos escribimos cartas larguísimas en las que nuestra promesa seguía en pie, pero con tantas mudanzas perdimos el contacto.
Este año es nuestra cita. Mi corazón está libre. Presiento que aún me quiere. Acudirá al encuentro, lo sé. Es un hombre de palabra. Pero la fiesta está cancelada, mi vuelo también.
Por favor, pamplonicas, pasad por San Lorenzo el siete de julio a las ocho, decidle que me espere, que aplazamos nuestro amor hasta el año que viene. Volveré.