Fallo del jurado del XVII Certamen de Microrrelatos de San Fermín


Estimados amigos y lectores, el 20 de junio a las 19:00 en el Palacio del Condestable de Pamplona, se ha hecho público el fallo del jurado del XVII Certamen de Microrrelatos, con los siguientes resultados:

Primeros tres clasificados:

Ganador: Una historia de amor por Marcos Sánchez Mongay.

 clasificado: La pintura por Vanessa Proaño Puerta.
 clasificado: El último trofeo por Miguel Ruiz López.

Resto de finalistas:

 clasificado: Hemos de ir por Leticia González García.
 clasificado: ETXEKOANDREA (EN UN HOGAR PAMPLONICA) por Juan Ignacio (Iñaki) Arbilla Ruiz.
 clasificado: A Pamplona hemos de ir por Juana María Igarreta Egúzquiza.
 clasificado: DEFCON 2 por José Javier Gamboa.
 clasificado: Este año tampoco por Juan José Tapia Urbano.
 clasificado: Diasporaren alaba por Bidatz Villanueva Echagüe.
10º clasificado: El testigo más cercano por Jorge Pérez Díez.

Nuestra más calurosa enhorabuena a todos ellos, así como al resto de participantes en este XVII Certamen que nos han hecho disfrutar con sus trabajos. Y sin más preámbulos, aquí tenéis el texto ganador:

Una historia de amor – Marcos Sánchez Mongay

Escucha a alguien gritar “¡en diez minutos salimos!” limitándose a dejar que las palabras le entren por un oído y le salgan por el otro. El sonido de la jarana exterior se cuela por la puerta entreabierta y ella, aunque nota el clásico cosquilleo bautismal de los seis de julio, siente en verdad que está pero sin estar. Piensa en él. En sus momentos juntos. En cómo le hizo feliz llevándola a bailar y en cómo creía volar al despertar los aplausos de quienes les rodeaban. Piensa en sus bromas y sus llantos. Sus silbidos y sus jadeos. En sus confidencias compartidas cuando, a solas, sus rostros se acercaban y noviembre parecía primavera porque él le acariciaba la piel para esconderle las imperfecciones. Piensa en sus manos desnudando su cuerpo desde el cuello hasta el suelo y vistiéndola de nuevo con sumo cuidado. Botón a botón. Pliego a pliego. Susurro a susurro: cada año estás más guapa. Y piensa, sobre todo, en cómo se estremecía al sentirlo dentro.

—Joshepamunda, ¿tanto le echas de menos? —pregunta Esther Arata para rescatar a su amiga del ensimismamiento.

—No digas tonterías —responde—. ¿Acaso piensas que soy humana? Quedan cinco minutos.

(A Mari Ganuza)