Sipnosis: el maestro Chapete, “el Huracán de Bacalar”, fue secuestrado nada más llegar a la ciudad. Chapote Clim, su futuro yerno., ha contratado los servicios del prestigioso detective local, Papytu, para intentar saber los motivos de los secuestradores, los cuales mandaron una foto como prueba de vida: quiénes están detrás de su rapto, qué pretenden y qué quieren a cambio de su puesta en libertad son las incógnitas a resolver.
7 de Julio 11::25 AM
Hotel Sancho Ramírez
Suite 701.Gabinete de crisis
20 º, soleado.
Y tanto que la crisis revolotea. Nadie entiende los motivos ni la intención de los secuestradores. Con una intuición proveniente de su infalible bigote, Papytu ha mandado a Cani, el mozo de espadas, a buscar el diario del cinco. Su infalible olfato, cobijado detrás de su nariz helena, se lo avisa. Intuición, dirían algunos. Locura, subrayaría Don Pepote Slim.
La llegada de Cani es recibida con una expectación inusitada. Trae cosido al brazo el diario del cinco de julio. Papytu, ceremoniosamente, busca una foto. Esas tetas como cabezas donde dormitaba la cabeza de Chapete le sonaban, y estaba a punto de encontrar el origen de todo. Y no era en la sección de sucesos.
Abre el periódico por la página de festejos. Es ahí donde sale la noticia de una manifestación antitaurina en la plaza consistorial. En ella, un grupo de gente, desnuda y embadurnada en sangre, protestan en contra de los festejos taurinos que cada tarde se producirán en la vieja Iruña.
Pepote Clim, atajo de nervios, saco de tequila, no se lo puede creer:
-Te pasas de lanza Papytu. ¿Te crees muy acá?
-Observe la segunda mujer por la izquierda.Tiene dos semejanzas con la foto que le enviaron.
Unas risas empiezan a brotar entre los presentes. El periódico vuela de mano en mano, produciendo unas risillas que son abortadas con el puñetazo de Don Pepote en la mesa. Las botellas de tequila tiemblan como las hojas en otoño. Alguna cae al suelo con estrépito.
-¿Me quieres decir que dos tetas como carretas están detrás de la desaparición del zángano de Chapete?- su yugular tiene el tamaño de un viaducto-Me agarraste en curva.
-Lo que quiero decir es que los PETA estos están detrás de la desaparición del maestro.
-¿ETA?- asombrado pregunta- ¿Pero no habían dejado ya las armas?
-No, Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) Son cerca de dos millones de afiliados por todo el mundo, su base son los EEUU y su filosofía es que los animales no son nuestros para comer, vestir, experimentar o usar para entretenimiento. Es un grupo animalista anti taurino y por lo que intuyo, están detrás de todo este asunto.
El murmullo recorre la suite. Nadie se lo puede creer. No es cosa de los narcos, ni de la mafia calabresa.
-¿Me estás diciendo que un atajo de pendejos come hierbas han raptado a Chapete?
Papytu, gesto adusto, asiente con las cejas. Como si estuviera cronometrado, una llamada al celular de Don Pepote se une al desconcierto. Poniendo el manos libres, a indicación de su lugarteniente, atiende la llamada:
-¿Bueno?
-Buenos días Don Pepote.-Largo silencio-¿Le gustó la foto?
-Pendejo cabrón, como te agarre vas a necesitar una docena de forenses-Explotó Don Pepote
-No se me enoje, Don Pepote. No es nada personal. Ha sido su yerno el elegido para comenzar una nueva fase de ataque contra la barbarie taurina.
-Chinga a tu…
-No me corte que tengo prisa. Cada vez que se celebre un festejo sangriento mata animales, Chapete sufrirá las consecuencias al terminar dicho acto, por no llamarlo asesinato con tortura. Sólo entonces, vía streeming podrá deleitarse con el espectáculo de nuestra venganza. Le prometo nuestra brillantez en la medida. Y es más, esa conexión la reenviaremos a todos los periódicos y redes sociales. Hasta los inuit del polo norte se enteraran de nuestras medidas. Así que ya puede darse prisa. Hoy a las siete empieza la cuenta atrás. Le exigimos el cese de cualquier festejo taurino con muerte en los Sanfermines. Sabemos de su poder. Hoy empezaremos con dos.
-¿Con dos qué?
-Pi…pi…pi…la llamada llegó a su fin.
¿Con qué dos empezarán? Pepote, dirigiéndose a Papytu y Tiburón, les impera:
-Ya saben ustedes lo que les toca. Me rastrean hasta el último rincón de la ciudad. Y no vuelvan sin noticias. Por su seguridad.
Los peores presagios se desatan en la Suite 701 del Sancho Ramírez en el día de San Fermín.
(Continuará)