IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín 2


Alberto Alzate Garces (Madrid, Madrid)

MALDITO SAN FERMÍN

Maldito San Fermín “Hubiera hecho caso a Paco…”: “Quédate tras el vallado, no te pongas en frente de los toros y menos tú, que estás de vino hasta la coronilla” – Me dijo enérgicamente al acomodarse la pañoleta, para luego perderse entre la multitud que esquivaba a los toros. Me hubiera quedado mejor, en el prostíbulo que regenta Montse en la calle Calderería. Al menos estaría en medio de jovencitas recién llegadas de Irún, diciendo estupideces y bebiendo hasta que mis palabras empezaran a salir con dificultad…pero bueno; ya es muy tarde y lo que pasó, pasó. El toro al que encaré, se dirigió a mí como si supiera que era un completo estúpido al ponerme enfrente de él. A duras penas logré esquivarlo. Cuando creí que lo había burlado, por un costado, al girar inesperadamente me empitonó, invadiendo mis intestinos con sus astas asesinas”. “Qué tonto es…” Alcancé a escuchar a los que tras las barandillas, observaron cómo me arrojé con torpeza, a cumplir la cita ineludible que tenía esa mañana de julio; con el maldito San Fermín. AlbertoFabral (Seudónimo)

 

Javier Mtz. Aznal (Mendavia, Navarra)

El ligón

Son las 7:15 de la mañana, queda poco para que corra el encierro. Mi abuelo, me pasó su secreto de corredor, “El patxarán y la bragueta abierta”. Ese licorcillo quita el miedo, y el frio en las pelotas te hace estar despierto. Cada vez estamos más apiñados en esa calle. Delante, hay una chica muy guapa. Debe ser inglesa. Rubia, ojos azules, sudadera roja, un cuerpo de infarto. Está sola, ¿Y si es la mujer de mi vida? Me lanzo a por ella. – Jau ar yú? – ¿Qué? Al ver que no es extranjera decido entrarle a saco, me acerco hasta juntarme. – Hola guapa, soy Koldo. Me he acercado demasiado, huele mi aliento a patxarán. Observa mi bragueta abierta. – Tengo un pajarito sólo para ti. Soy imbécil si creía que con esa frase me la iba a ligar… Me mira a los ojos, y empieza lentamente a bajarse la cremallera de la sudadera. Increíble, me mira con cara de deseo. Se mete la mano entre el pecho y saca una placa: – Policía secreta, no se puede correr borracho, pone en peligro su vida y la de los demás corredores que no son ni unos salidos-borrachos como usted. –añadió con guasa.

 

JOSEFA MARÍA JIMÉNEZ CALERO (ALMERÍA, ALMERÍA)

POBRE DE MI

Siete de julio, once de la mañana. Un señor mayor, de pelo cano, alto, recio como un toro, se detuvo y sacó un puñado de añejas fotografías. James miró a los amigos, los amores, los desconocidos…que recuerdos. Alzó la mirada a la catedral contemplando el mismo escenario cuarenta años atrás. Suspiró, se sorbió los mocos y continúo caminando. La ciudad olía a colonia fresca, a fiesta, a claveles, a música, a San Fermín. Sentado en la acera de la esquina de las calles Mercader-Estafeta extrajo de su mochila unos pañuelos rojos, una libreta, varias chapas, un par de gorras blancas y una camiseta gastada. Comenzó a reír. Las gentes observaban al giri diciendo en voz alta: chupinazo, chupinazo. ¡Con la de tiempo que le llevo aprenderlo! Amaba esta ciudad como amó a su tercera esposa y aquí se hallaba para recibir la última bendición del santo. Un joven camarero le ofreció un pañuelo carmesí para limpiarse el rostro, cuajado de lágrimas. En el pub, un par de parejas charlaba animadamente. El sol daba de lleno en las fotografías esparcidas en la barra. Levantó la quinta cerveza y brindo al cielo con una sonora carcajada, diciendo: Pobre de mí.

 

ISABEL GARCÍA VIÑAO (JACA, HUESCA)

RECUERDOS INDELEBLES

-Paco, mi querido Paco, anda, dime algo – Le pide su mujer dándole unos golpecitos cariñosos en la cara. El marido dirige la mirada a su cara, aunque más bien parece estar mirando al infinito. -Pero por qué…,¿por qué sólo cambias con los Sanfermines? ¿Sabes? Empiezan hoy, alégrate. Suena el chupinazo. Paco mira hacia el techo y pronuncia: ¡pummm! Se levanta del sillón y comienza a mover los pies, como si corriera. Abre la ventana del balcón. ¡Pummm, pummmm, pummm! Sigue pronunciando con sus ojos hacia el cielo. Luego, con los dos índices haciendo de cuernos, persigue a su mujer hasta llegar al sofá donde suele permanecer largas horas sentado. Más tarde, con un brillo especial en los ojos canta el Riau-Riau. Tantos Riau-Riaus repite que se le seca la boca. Está irreconocible. Estira el brazo en busca del despertador. Lo programa para que suene a las siete cuarenta y cinco, para ver el encierro. Su mujer lo observa sorprendida. -¿Cómo es posible que los Sanfermines aminoren su alzhéimer? ¿Cómo es posible? –Se pregunta. -¡Gora San Fermín! Unos minutos más tarde, tocándose la cabeza y con una amplia sonrisa en su cara, Paco se pone a cantar el “Pobre de mí”.


2 ideas sobre “IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín

  • solanera

    Alberto no, no está mal tú micro: Dices cosas dentro de la parvedad, y ello es importante.
    Las astas de los Toros no son asesinas. San Fermín tampoco te debió aceptar en los toreros cielos; pero no porque le hayas llamado maldito, sino por tonto al no haberte quedado con las chicas de Irún y más vino todavía.
    Me he creído tu historia. Ya es importante.

    Saludos de solanera

  • maria jose rivas ortega

    hola, me presente a certamen, no tuve suerte, pero me gustaria ver todos los relatos presentados, donde puedo verlos
    gracias

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