IX Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


HIJOS DE LOS SANFERMINES

Arkaitz Otazu Palacios

Son las diez no ha tocado el despertador, ni falta que ha hecho, la ilusión y alegría es capaz de despertar hasta al más remolón. Me quedaría un rato más en la cama, pero hoy no hay tiempo que perder. Desayuno con el fondo de los cencerros de la carrera del día. Una buena ducha para templar. Y ya sólo queda lo mejor, ponerse el uniforme de guerra blanco y rojo: con la faja en su sitio y el pañuelo de la peña sobre los hombros.

Las calles decoradas por ilusiones blancas y rojas son el Txupinazo de un nuevo día lleno de emoción. Hoy es un día especial, el tercero, dentro de los nueve días mágicos, que tenemos marcados en rojo dentro del calendario y corazón. Día para recordar, para no olvidar. Día en el que la vieja capital siempre brindara por la memoria. Día que desde hace unos años decidimos compartir y disfrutar con nuestros progenitores, con nuestros mejores maestros, porque si queremos nuestras fiestas como las queremos; es porque ellos y ellas nos enseñaron a querer nuestros Sanfermines con la misma ilusión y cariño que ahora nosotros compartimos en nuestras cuadrillas. Por eso hoy, día 8, diferentes generaciones brindamos, Gora Sanfermin!
 

EL DÍA

Belén Balenciaga Erro

Ocho de la mañana, es el día. Cielo azul, abro la ventana, dejo entrar la brisa me alimenta el alma. Ducha rápida, la ropa preparada, impecable, la ama e la que mejor plancha. Comienza el último repaso de revista, perfecto; el pantalón, hice bien comprándome uno nuevo, la ocasión lo merece, hoy es el día; la camisa, me sienta bien, me miro al espejo, me gusto. La faja, perfectamente anudada, el pañuelico de momento en la muñeca, ya le llegará la hora. Salgo corriendo se me hace tarde; diez de la mañana, almuerzo, van llegando todos me sonríen con la mirada, nos damos besos y más besos, abrazos y palmadas en la espalda, es el día. Magras, huevos, tomate, contundente, la ocasión lo merece; alegría en las conversaciones, se eleva el tono y ya algunos se lanzan a cantar. Once y media, aflojo el nudo de la faja, se oye el griterío de la plaza, la emoción es palpable. Doce menos cinco, mi corazón cabalga desbocado, quiere salir del pecho. Tres, dos, uno…Enciendo la mecha y grito: ¡pamplonesas, pamploneses! 

SAN FERMÍN HACE CORTAS LAS DISTANCIAS

Itziar Erviti Serrano

Estoy pero no estoy, siento pero no lo vivo, lo vivo pero no lo siento, cierro mis ojos y mi cabeza vuela a más de 10.000 kilómetros para intentar trasladarme a mi ciudad natal, son las 10:00 de la mañana del día 06 de julio, Pamplona despierta vestida de blanco y en un par de horas se añadirá el color rojo, los huevos con patatas en la mesa para compartirlos con la cuadrilla y el kalimotxo que comienza a correr por el garganchón, de repente alguien grita ¡son las 11:00! Con paso rápido vamos hasta el centro de la plaza, el corazón late a 1000 revoluciones, falta poco para que suene el txupinazo y comience la fiesta. Nervios, alegría, complicidad, cánticos, ha sonado el txupinazo, los txistus marcan el inicio de la fiesta, una corriente recorre todo mi cuerpo y hace que mi bello se erice, Pamplona ha comenzado su fiesta y yo me anudo el pañuelico a mi cuello, no importa la distancia, me acompañará durante estos 9 días y el día 15 de julio lo guardaré, entonando el ya falta menos y cruzando los dedos para que en San Fermín 2018 grite el Gora/Viva San Fermin en la Plaza del Ayuntamiento