ELLA
Carlos Moreno Unanua
Ella llegó a esta preciosa ciudad para disfrutar de aquella fiesta sin igual. Sus piernas temblaban, en su estómago mariposas aleteaban, de su cabeza pensamientos de ilusión brotaban, todo ello propio de sus 18 años, esa edad tan maravillosa, llena de inocencia y con todo un mundo todavía por descubrir.
Aquella hermosa noche de verano Ella sonrió, cantó, rió, bailó… mientras caminaba por las calles de la ciudad sobre la que tanto escribió Hemingway.
Pero en qué maldito momento por su camino se cruzaron cinco monstruos, que no hombres, que la hicieron sufrir como nunca en su corta vida… Esos cobardes la trataron como un objeto, que no persona…
A la mañana siguiente el corazón de esta pequeña ciudad se sobrecogió. A las calles salieron las gentes, por Ella, para que supiera que no era un objeto, sino una persona con una vida, unas ilusiones, un futuro… Para que supiera que todo el mundo estaba con Ella, y que nunca volvería a estar sola.
Lo que sucedió aquella noche nunca más deberá repetirse, todos nosotros debemos comprender que las personas no son otro objeto más que puede poseerse en este maldito sistema consumista. Todas y cada una de nosotras somos personas, libres, como Ella.
EN SAN FERMÍN
Elena García Gras
EN SAN FERMIN
Llegué allí sin esperar nada ni a nadie, más que el disfrute, y eso fue lo que encontré, pero desde diferentes puntos de vista. Alegría desenfrenada, color, tradición, toros, opiniones encontradas diciendo si era arte o no, si el animal sufría o no, odios y amores, infiernos y cielos, glorias y avernos, todo ello en la fiesta del patrón de los mozos del color de la sangre y el alba. Todo ello fue lo que encontré durante siete días en la capital navarra. Todo eso fue lo que encontré en San Fermín. En medio de todo ello apareciste, como brisa de aire fresco que soplaba cuando el timbal resuena en la plaza. Mis sentimientos fueron creciendo con el paso de los días, conforme se iban consumiendo los encierros en las mañanas. No iba a volver a encontrarte, pero la pasión de fiesta y la idea de perderte era lo que me ocupaba. Allí quedó un amor más, con la fiesta taurina más afamada. Todo ello, fue allí, en San Fermín.
LEHENENGO DOINUAK
Pilar Fernandez Larrea
Hamalau urte, hamaika ilusio. Ez da gaupasa, ez da entzierroa; ez da ere prozesioa; edo bai, edo festarean txoko guztietan azaltzen da halako dizdira sorrarazten diona: musika. ‘Gutxiago falta da’ behin eta berriz dioten horiek egun handia dute gaur. Uztailak sei egun ditu eta egunak, ordu gutxi batzuk. Eguzkia oraindik gorde dago, baina maindireak soberan daude. Irifarra ahoan, begiradan, bihotzean. Jeiki, eta txistua astintzeko intentzioarekin udaletxeruntz abiatu da. Iruñara, kilómetro asko aurrean. Berdin da mila balira ere. Hamabiak gertu dira. Orain bai. Gaintza maisuak partitura batean konposatutako doinua jotzeko ordua iritsi da. ‘Biribilketa’, Pamplonesaren ondoan, 12.000 persona eta milaka gehiago arima hartzen dituen plazan. Hori da poza. Sentsazio berria, Magia. Oparia, Emozioa, zaila zenbatekoa adieraztea, ez lerro hauetan behintzat. Sentitu behar. Edonor altxaferoa piztu eta, ordun bai, Sanferminetako lehenengo soinua entzuten da. Bai, hori, oilo pikorra jarri dizuena. Momentu honetan, orain, beti. ‘Tatiro, tariro, lalala, lalala, lalalala…’