José Joaquín Arazuri 5


[simage=21,320,y,left]Este doctor, fallecido hace ya unos años, destacó por ser un auténtico archivo con piernas en lo que respecta a la historia de la Pamplona contemporánea. Fruto de su amor por la ciudad, recopiló miles de fotografías desde finales del s. XIX, publicándolas en distintos libros. Entre sus obras destacan, a mi juicio, dos: «Pamplona, Calles y Barrios» e «Historia de los Sanfermines«.

Si no me equivoco, cada una de ellas estaba compuesta por tres volúmenes. En la primera obra, este pediatra repasaba la expansión de la ciudad desde que se decidió liberarla en los años 20 del encorsetamiento a la que se veía sometida por sus murallas. De esa época hay curiosísimas fotos de cómo la cuesta del Labrit se llenaba con los escombros de la demolición. A los jóvenes «iturrameros» o «sanjuaneros» les sorprenderá ver que sus barrios no eran más que caseríos con huertas, unidos por caminos y donde destacaba el espectacular estadio de San Juan, en la actual Avenida de Bayona y predecesor del actual Sadar.

Pero la obra que más nos afecta, en nuestra condición de sanferminadictos, son sus tres tomos de «Historia de los Sanfermines». Desconozco si todavía hay disponibilidad en las librerías, pero si los veis, no dudéis en haceros con ellos. Me encanta leer las anécdotas que cuenta el autor o repasar sus maravillosas fotografías. Por ejemplo, se puede ver a la torada girando a la derecha al final de Estafeta, hacia el actual Niza, donde se ubicaba la plaza de Toros vieja. También podéis encontrar fotos de las barracas en Cortes de Navarra (en la esquina de Telefónica), en el Paseo Sarasate (sin Monumento a los Fueros) o en la Taconera. O el lanzamiento de fuegos artificiales desde una Plaza del Castillo, sin kiosko pero con la Mariblanca y con el Teatro Gayarre cerrando la plaza en donde se encuentra actualmente la entrada al parking subterráneo. Los de camisetas de colorines disfrutarán viendo a la gente correr el encierro con traje y alpargatas y sin querer chupar cámara. Y los animalistas se horrorizarán al ver a un par de caballos destripados sobre la arena.

Pues eso, que si queréis echar un vistazo nostálgico, os recomiendo la obra de don José Joaquín, cronista pamplonés y sanferminero, con sus gafas y su inolvidable voz.

Tenemos que agradacerle su legado.


5 ideas sobre “José Joaquín Arazuri

  • Sanferman

    Cada época tiene sus peculiaridades. Ya pasó la de las fiestas nocturnas en los clubes (Natación, Larraina, etc.), y gracias a Arazuri tenemos noticia de cómo los pamploneses de nivel bajaban a las kermesses del Besta Gira, etc. Si nos ven todos ahora que no nos arrancan de lo viejo ni con espátula… ¿os acordáis del intento que hubo, por supuesto propiciado por la hostelería, de crear un espacio sanferminero en Yamaguchi? Fracaso total.
    En todo caso, Arazuri debe ser uno de nuestros referentes. Su labor es impagable. Y a ver si dejan de joderle las gaficas de la estatua…

  • pamplonudo

    Es cierto que para adictos como nosotros estos libros y algunos documentales son muy bonitos.Es importante saber de donde venimos para saber a donde vamos.

  • caravinagre

    Desde luego es impagable el regalo que nos hizo con su obra.
    La vida cambia y seguro que dentro de 90 años (todos estaremos calvos) no habrá otra figura tan identificada con la historia sanferminera como el…..quizás este blog…todavía dure

  • Josemiguelerico

    El fenómeno del Pispiri y el tal «Olla», pese a ser casi del XIX tendría vigencia hoy.
    Si teneis a mano el Volumen I de «Historia de los sanfermines», forma parte de un capítulo, y su lectura es recomendable, anécdota final incluida.

    PD: en la librería de la calle santo domingo, no digo el nombre por no hacer publicidad, me consta que tienen todavía a la venta los tres volúmenes de la historia de los Sanfermines.

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