La función disfuncionada. 4


Pamplona, 6 de julio

16:45 horas, 25º grados. Despejado.

Casa de la Misericordia.

Cirque de Paris.

El circo en todo su esplendor, rojo y blanco, domina la explanada de la vetusta Misericordia. Tres pistas duermen bajo su carpa, esperando la función de las 5 de la tarde. Es en este día cuando multitud de padres y madres dejan des serlo, para disfrutar del primer día de las fiestas, mutándose en botijos andantes y colocando a sus tiernos infantes a los abuelos .Es por ello que todas las entradas de la función vespertina están vendidos. El cartel de Sould Out cuelga de las taquillas del circo, para disfrute de Dominique, el dueño del circo.

Aún así, no las tiene todas consigo. La temporada está siendo dura y los rifirafes han sido una constante. Tanto es así que parte del elenco ha decidido tomar un poco de aire y salir a festejar el inicio de las fiestas. Entre ellas, dos son las que le preocupan al gerente del circo, especialmente: El contorsionista Charles, más conocido como Elastic-Man y su inseparable acompañante, Elvis, el chimpancé que le ayuda en sus números. Prometieron que estarían para el preámbulo de la sesión. Sin embargo, su ausencia le hace temer lo peor al propietario del circo.

La hora se acerca y casi todo está preparado. Las gradas están a rebosar de los únicos pamploneses que a estas horas están sobrios. Es decir, abuelos y niños. Todo lo demás será desierto impregnado en alcohol y fiesta. De repente, cuando los redobles de la orquesta anuncian el inicio de la función, la pareja francesa se presenta, intentando mantener la compostura. Su caminar zigzagueante les delata. Ellos, sin embargo, profesionales, intentan pasa desapercibidos. Aunque sea un chimpancé con una peluca rubia, puro habano en mano y una alargada sombra quijotesca, con traje a rayas blanquinegro que hace resaltar una figura esbelta , pegado a su estilizado cuerpo de dos cero dos y 52 de pie.

Hombre gomaElvisCharles «Elastic-Man» y Elvis

La función comienza mientras Elastic Man y Elvis van a su carromato para cambiarse. Ellos van a lo suyo. Elvis está excitado y no para de moverse, así que Charles decide darle su habitual ración de bananas con barbitúricos a la que es tan aficionado. Él, dando un trago largo a la botella de absenta aguarda su momento. Un timbrazo hace que salgan de su letargo. Es la hora de salir a pista. El show debe continuar.

El número es sencillo. Elastic-Man saldrá a pista acompañado de Elvis, disfrazado de hombre bala. Tras una demostración de las virtudes  elásticas de Charles, Elvis subirá a un cañón para ser impulsado a las alturas, donde estratégicamente se situará el contorsionista encima de un trapecio, haciendo el pino puente. El hombre bala pasará milagrosamente por debajo de dicha figura y llegará a una plataforma, donde  Priscila, su novia chimpancé, mas mona que nunca, le esperará con una flor en la mano, ante el ohhhhhh del respetable. Bajarán tras una cuerda y en el suelo se reunirán los tres, para recoger los enfervorizados aplausos del público. ¡Voilà!

En esas estaban nuestros movidos protagonistas. Mr. Elvis estaba un pelín excitado, hecho que se apreciaba en una protuberancia abultada en sus pantalones cósmicos. No había manera de meterlo en el cañón debido a ese detalle. En lo alto, ante las carcajadas del respetable, Priscila le enseñaba sus peludas partes. Este hecho aún dificultaba más si cabe la labor de los cañoneros, que no eran sino payasos encañonados de cervezas sanfermineras. A treinta metros de distancia, Charles erigía un pino puente perfecto, sino fuera porque el equilibrio no era tal, acusando las vísperas. La absenta le hacía balancearse más de lo necesario.

Redobles de tambores. Elvis, pese a sus violenta protestas y notorio empalme, situado en la posición de salida. Priscila saltaba enseñando sus caninos de manera mono amorosa. Charles, Elastic-Man, se intentaba concentrar en vano, mareándose por momentos. Un estallido, humo azul y artificio irrumpió en la pista central. !!!!!!Shhhhhhhh…..  Pum……¡¡¡¡¡¡….Elvis por los aires, puños al frente, freno de mano echado, volaba por los aires. El público lanzó al unísono un  !!!!Ohhhhhhhhh ¡¡¡¡¡¡¡¡

Elvis alcanzaba una altura espacial y se acercaba al trapecio donde Elastic-Man aguardaba su llegada. Al ir con tan poca aerodinámica,, roza con su parte mas excitada el trapecio de tal manera que , rebotando sobre éste con su notorio miembro, sale despedido dando vueltas por los aires hasta llegar a Priscila,, espectacular- espectacular, encajóse de manera perfecta en el bajo vientre de Priscila, ante el asombro del respetable y disfrute del homínido.

La orquesta empezó a tocar un cha cha cha infernal al ritmo de la pelvis de Elvis, mientras Charles caía en picado desde el trapecio. Mas vale que gracias a su legendaria laxitud pudo frenarse al caer con una cuerda de tal manera que aterrizó en el público, o más bien, con la cara en el escote de una antigualla con ganas de marcha. Ésta, disfrutando, no le dejaba levantar cabeza. Su pie derecho descansaba en la boca de un niño, el izquierdo en una bolsa de palomitas gigante. Los niños, atónitos, enmudecieron.

Dominique, mordiéndose los puños, mandó salir el siguiente espectáculo. Los payasos ciclistas sin sillín. La orquesta tocaba la mítica tonadilla cómica. Ante el desorden imperante en la carpa, por la puerta de atrás, Charles Elastic-Man, Elvis y Priscila, emprendían la huida por la puerta de atrás hacia la fiesta pamplonesa, haciendo mutis por el foro.

 

(Continuará)

 

 

 

 

 

 

 

 

 


4 ideas sobre “La función disfuncionada.

Los comentarios están cerrados.