Asistimos en los últimos tiempos a uno de los mayores ridículos que se puede hacer por parte de politicoides, sociópatas, feministos y demás energúmenos. Consiste en desdoblar el género al referirse a cualquier cosa, si bien es especialmente persistente en ejemplos como “ciudadanos y ciudadanas”, “navarros y navarras”, y un largo etcétera.
¿Por qué no ser coherentes del todo, y aplicarlo en todo momento? O ya mejor, ¿por qué no adoptar el género contrario al habitual al referirse a cualquier cosa? Total, qué más da…
Pues bien, creo que no lo han hecho para evitar que en sanfermines ocurran cosas como las siguientes: en primer lugar, esta simpleza supondría que algún artista daría el pelotazo. Imaginad por ejemplo, que en vez de corridas nos juntaríamos en la plaza de toros a rebosar para ver corridos. Chuchín Ibáñez ya se está frotando las manos. Además la música mexicana siempre ha gozado de gran predicamento por esta tierra.
El protagonista indiscutible de la fiesta dejaría de ser el toro, y pasaría a ser la torá, ley muy apropiada si buscamos rebajar el nivel de machismo de las fiestas…
A primera hora saltaríamos bailando al son del pamplonés, bando de músico de gran trayectorio.
El encierro arrancaría con las vacas subiendo por la cuesta de la Santa Dominga. Quizá ahora entendamos mejor por qué las del peta se manifiestan en ídems por esa calle (el juego de palabras sirve en este caso tanto con lo de domingas como con lo de vacas).
Y después del encierro, cada mañana nos acercaríamos al Mañueto a compras churras. No quiero ni pensar lo que podría ser aparecer en casa de la abuela con dos docenas de preciosos ejemplares ovinos dispuestos a sembrar la alfombra de cagarrutas y cagarrutos. Para no perder detalle.
Por la tarde iríamos al desfile de mulillos. Pero, ojo, ¿a quién se refieren? ¿A los que vamos con cara de abotargados detrás de la comitiva llevando a duras penas el pozal de sangría?
Y ¿qué me decís del esperpento que supondría ver a cienes y cienes de padres llevando a sus hijos a los barracos? Pagando fortunas por ver una salvaje exposición de gorrinos en celo despidiendo feromonas a tutiplén. Para qué.
Incluso nuestro blog más internacional se llamaría www.therunningofthecawsblog.com.
En fin, la lista sería mucho más extensa, invito a los lectores a profundizar en este tema. Otro día hablaremos del siguiente paso: la aplicación de la ley de la paridad en los sanfermines.
Autor del artículo: Sanferwoman.
Los extranjeros están de acuerdo contigo, sanferwoman, y lo ponen en práctica cuando piden un serveso, una vaso de sangrío o una bocadilla de tortillo, esa es la solución la primera palabra en femenino y la segunda en masculino… o al revés.
Si señor, vamos a ser políticamente correctos como tod@s es@s borreg@s que andan sueltos por el mundo.
¿Sabéis lo que se puede comer hecho al ast en los barracos? ¡Una buena polla!