Loco es el hombre que ha perdido todo menos la razón 3


Loco es el hombre que ha perdido todo menos la razón

Gilbert K. Clesterton.

CHUPINAZOS ALTERNATIVOS Y OTROS DELIRIOS

El divino imprudente

El día 6 de julio se lanzan varios chupinazos alternativos en Pamplona. Hay uno en concreto sobre el que nunca se abrió un debate sobre quién debe tener el honor de lanzarlo. Me refiero a Chuchín, que es el encargado año tras año de prender la mecha de inicio de las fiestas en el Centro Psicogeriátrico de Pamplona, el antiguo Manicomio de Navarra, situado en el barrio de la Chantrea. Un lugar con más de 100 años de historia, para muchos desconocido y que quizá sólo han oído hablar en alguna ocasión del tejao coloraou. En Pamplona, a la persona que se le apreciaba algún trastorno mental se le solía decir aquello de “te van a meter en el tejao colorao” o “estás para ir al doctor Soto”, refiriéndose al famoso psiquiatra que dirigió la institución durante más de 50 años.

El día 6 de julio es un día especial para cualquiera de sus residentes, algunos con una trayectoria en el centro de más de 50 años. Ese día los cuidadores rebuscan en los cajones los pañuelos rojos y reúnen a todos los internos en el amplio patio al lado de la cafetería. Chuchín se sube al templete habilitado y da inicio a las fiestas, pero en especial da paso al lunch sobre el que es preciso lanzarse en plancha dada la avidez con la que algunos engullen los pinchos de tortilla y, no sólo me refiero a los enfermos, también a los familiares que se reúnen en ese día tan señalado.

Para muchos de sus inquilinos, lejos quedan aquellas fiestas cuando eran más jóvenes y hasta disfrutaban de algunas entradas para los toros. Los cuidadores más antiguos cuentan anécdotas como la de subir a dar un paseo en San Fermín con 30 enfermos y regresar con 2. Entonces debían apuntar en la libreta de entrada la nómina de “fugados”. Algunos, según cuentan, no regresaban hasta el día 14.

Uno se suele arrancar con una jota, cuya triste e impresionante letrilla no se me ha borrado de la memoria: “Manicomio de Pamplona, cementerio de hombres vivos, donde te abandonan tus padres y te olvidan los amigos”.

Dejo a la astucia del lector adivinar si mi conocimiento del lugar es en calidad de visitante, trabajador o paciente, pero también le contaré que en ese lugar he aprendido grandes lecciones de dignidad desde la fragilidad de quien necesita ser cuidado.

El día 6, cuando estalle la fiesta en el Ayuntamiento, me acordaré de que hay un lugar en Pamplona donde hay personas que se han mantenido en pie a pesar de los revolcones que propina la enfermedad mental y que también sueñan con otros encierros, pero sólo de toros, o por qué no, de otros animales.

Vamos Chuchín, enciende la mecha…

encierro animales selva


3 ideas sobre “Loco es el hombre que ha perdido todo menos la razón

  • estafetakoa

    Jodé, divino, qué emocionante.

    En otra línea, me acuerdo del txupinazo que tiraba mi peluquero cuando yo era crío. Había chorizo, vino, patatas y cocacolas y kas para los enanos.

    Inolvidable.

  • pamplonudo

    Locos no eran los fugados que volvieron el 14, eran los dos que volvieron el 6.

    En otro línea, en Iturrama también se lanza o lanzaba el txupinazo desde la bodeguica, aunque un año creo que hubo bulla para designar lanzador.

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