Existe una especie de sanfermineros especiales, los sanfermineros de sol y playa. Encuadrados en estos tipos podemos encontrar los siguientes:
– Los que huyen despavoridos ante la fiesta. Odian el ruido, el descontrol, la suciedad, el vino, etc. Prefieren recluirse con la familia (pareja, hijos y suegros, pongamos que 2, 2 y 2) en un apartamento tipo espacio habitacional en el que para el día 4 ya se están reconvirtiendo en sanfermineros activos, les empieza a gustar el ruido de la fiesta en contraposición al ruido de los niños, se rebelan ante el control «suegril», la suciedad se hace compañera permanente en el apartamento ya que la lavadora no funciona bien, se sube la arena de la playa y cuando pisas cruje y se en su cerebro empieza a anidar la idea de que mejor beber una mala sangría que un buen tinto de verano.
– Los que ceden al chantaje conyugal. Está claro quién lleva los pantalones en casa y, además, ejerce. Al contrario que el anterior, le gustan los Sanfermines, pero no se atreve a contradecir a la parienta y humilla el testuz como los toros a partir de las 18:30 en la Monumental Pamplonesa.
– Los que tocan el cielo. Son los más admirados. Son los que consiguen que la familia al completo disfrute del sol y la playa sin poner ninguna pega del tipo, no bajo, me he quemado, no me gusta la arena, el mar tiene mucha sal, ya que han logrado el acuerdo perfecto, quedarse solos en Sanfermín. En esta caso los sanfermineros de sol y playa, obviamente, son la familia, no el crápula que los empaqueta.
Los dos primeros tipos acaban juntándose el 6 de julio a las 12:00 en los bares chiringuitos con tele y demás para compartir sus penas y jurar que el año que viene estarán en Pamplona.
Por cierto y cambiando de tema el otro día viendo la tele emitieron un anuncio para promocionar una serie en la que unos «pseudopamplonicas» corren por un mercado como si estuviesen corriendo el encierro (los toros no aparecen) y en el que una señora está comprando. Ni el tendero ni ella se sorprenden y siguen como si tal cosa. ¡¡¡ Como es posible que no se sorprendan si todos, sí TODOS, no se salva ni uno, llevan la faja a la derecha !!!. No sé donde vamos a llegar. Que se ilustren leyendo el post «El noble arte de llevar la faja». Perdón por la autocita.
También hay mucho hipócrita machista que dice que es su mujer la que le lleva a la playa pero él es el primero que desea irse…
Quita, quita… donde este una cerveza fresquita con unas rabas en el chiringuito playero, que se quite esa asquerosa sangría matacabras del tendido.