Los porteros de sol 4


Difícil labor la de esta gente. Deben velar, revisando la entrada correspondiente, por que a los tendidos, gradas y andanadas no entren más que los que deben entrar, igual que sus compañeros de sombra, deben encargarse de acomodar a los despistados en su localidad, levantar a los que ocupan la localidad de otro y dirigir a estos últimos hacia la suya, igual que los de sombra, no deben permitir la entrada y salida de gente de los correspondientes tendidos, gradas y andanadas durante la lidia, igual que los de sombra.

Pero a diferencia de sus compañeros de sombra, en sol reina la desorganización organizada, en algunos casos, y en otros la desorganización desorganizada. Los primeros días intentan cumplir con su cometido, pidiendo la entrada en el acceso a las localidades, al menos a los que no llevan distintivo de peña de la zona, para terminar claudicando ante la cantidad de gente que intenta acceder a la vez, con entradas de cualquier zona de la plaza, y que si fuesen estrictos, más de uno no lograría llegar a su localidad hasta que la mulillas hubiesen arrastrado al último toro.

Alguna vez he visto a alguno de estos avezados porteros intentar cumplir con su tarea de acomodar a algún despistado en su localidad y tener que rendirse ante la evidencia de que dichas localidades estaban ocupadas por quienes no correspondía y éstos no tenían ninguna intención de abandornarlas.

También entiendo que, aunque sea lo correcto, no impidan la entrada y salida durante la lidia ya que uno mismo ha tenido que salir en busca del baño más cercano y una vez acabada la labor de aliño, volver a toda velocidad para no perder lo que acontece en la plaza.

Así que yo de mayor, no quiero ser portero de sol.


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