Difícil labor la de esta gente. Deben velar, revisando la entrada correspondiente, por que a los tendidos, gradas y andanadas no entren más que los que deben entrar, igual que sus compañeros de sombra, deben encargarse de acomodar a los despistados en su localidad, levantar a los que ocupan la localidad de otro y dirigir a estos últimos hacia la suya, igual que los de sombra, no deben permitir la entrada y salida de gente de los correspondientes tendidos, gradas y andanadas durante la lidia, igual que los de sombra.
Pero a diferencia de sus compañeros de sombra, en sol reina la desorganización organizada, en algunos casos, y en otros la desorganización desorganizada. Los primeros días intentan cumplir con su cometido, pidiendo la entrada en el acceso a las localidades, al menos a los que no llevan distintivo de peña de la zona, para terminar claudicando ante la cantidad de gente que intenta acceder a la vez, con entradas de cualquier zona de la plaza, y que si fuesen estrictos, más de uno no lograría llegar a su localidad hasta que la mulillas hubiesen arrastrado al último toro.
Alguna vez he visto a alguno de estos avezados porteros intentar cumplir con su tarea de acomodar a algún despistado en su localidad y tener que rendirse ante la evidencia de que dichas localidades estaban ocupadas por quienes no correspondía y éstos no tenían ninguna intención de abandornarlas.
También entiendo que, aunque sea lo correcto, no impidan la entrada y salida durante la lidia ya que uno mismo ha tenido que salir en busca del baño más cercano y una vez acabada la labor de aliño, volver a toda velocidad para no perder lo que acontece en la plaza.
Así que yo de mayor, no quiero ser portero de sol.
La historia dice que llevan boina verdes por que su labor es tan peligrosa, arriesgada y difícil como la de los «boinas verdes».
La verdad es que hay que echarle ganas para intentar poner trabas a la gente que entramos con esas pintas de energúmenos en ciernes.
Yo no valdria…………..
Tú no cabes