Cuando yo tenía seis o siete años una profesora, al ver que los alumnos no teníamos demasiadas nociones sanfermineras, dijo que alzásemos la mano quienes nos quedábamos en Pamplona durante los sanfermines.
Recuerdo que sólo lo hicimos cuatro en una clase de casi cuarenta. Como este debate es atemporal, aunque no las proporciones del éxodo, no me apetece hablar tanto de los que se marchan como de los que vienen.
¿Serían los sanfermines iguales si se ciñeran exclusivamente al guión invariable de nuestra cuadrilla? ¿quién no recuerda a esa prima de no sé cual que nos revolucionó a todos con diecisiete años?, ¿o de aquel erasmus amigo de no sé qué otro, que fue el único en pillar cacho? por no hablar de tantos otros que se han ido incoporando con los años a nuestra tropa y vidas sanfermineras.
Creo que uno de los grandes valores sanfermineros reside no tanto en quienes viniendo de más lejos o más cerca, conoce las fiestas una vez, sino en el porcentaje de todos esos que regresa puntualmente al año siguiente.
Desde el carroza galés con el que se puede hablar del rugby de los años setenta, al aficionado sevillano que vio algunas de las faenas de Pepe Luis. Del roquero madrileño que viene de incógnito al amigo periodista en Cádiz, el paisaje humano sanferminero es distinto al del resto del año gracias a su presencia.
Imagino que cada uno ponemos caras distintas a estos ejemplos. A los que se marchan los vemos trescientos días al año. A ellos sólo en sanfermines. Para mí “los que vienen”, son una causa más de que me encanten estas fiestas.
Zorionak!!!!, comienzas poniendo muy alto el nivel, jejejejeje……
Lo que ocurre es que, entre los que vienen, se puede distinguir entre aquellos que aman Pamplona y Sanfermines, como esos ejemplos emocionantes que citas, y aquellos otros que sólo aman mear y meter mano donde les da la gana, y que es la imagen que hoy triunfa en la tele española y, tal vez en menor medida, en la internacional, porque ésta suele fijarse más en el toro.
Pero sí, esas personas que vienen año tras año del modo que señalas, nos enriquecen y nos alegran.
Creo que Josemiguelerico se refiere a esos amigos o esa gente, que con el tiempo, de tanto venir, y de tanto amar la fiesta, han acabado haciendo cuadrilla aqui y disfrutan de los sanfermines viviéndolos con los de aquí. Como bien dice el artículo, creo que en nuestro entorno todos tenemos ejemplos.
P.D:Demasiado fuerte hemos empezado los colaboradores….
No os preocupéis, Pamplo y Toko, los habituales podemos bajar el nivel en un plisplás. Todo es ponerse…
Ojo, que esto tiene también la otra cara de la moneda: los que vienen y te hunden en la miseria, y vuelven al año siguiente pensando que estás ansioso por recibirlos otra vez…
Tengo un amigo que dice que al que viene hay que tratarlo mal, por que lo jodido es que repita por que le gusta, y al que no los conoce, pues que se joda, y siga sin conocerlos, que mi amigo dice que él tampoco conoce New York, Las Vegas, Mexico, y nadie le invita a ir…… Y creo que parte de razón tiene, jajajajaja.
Yo conozco un americano (de apellido Ibarra por cierto) que es un absoluto incondicional de San Fermín y corredor habitual.
La verdad es que el y su cuadrilla son tíos legales que nada tienen que ver con bastante de la morralla que cae por aquí.