¡Malditas silletas! 2


Durante los últimos años, es de tod@s sabido, la gran masificación y repercusión que tienen nuestras salidas por las calles de la vieja Iruña, las cuales, son de diferente índole y dimensiones distintas. Unas son más anchas que otras, otras de diferente calzada, diferentes estados de suelo, incluso con estados muy diversos según la climatología que tanto destaca a Pamplona, o no solo la climatología, si no el estado en que se encuentre la calzada tras haber sido limpiada, o no, sobre todo estas dos últimas en el periodo de las fiestas de San Fermín. Pero sobre todo, si hay algo que no cambia, o mejor dicho, que va creciendo a lo largo de la mañana, son las SILLETAS.

De tod@s es sabido y reconocido, de la dificultad de bailarnos a mí y a mis compañer@s, unos dicen por ahí libremente que engordamos de año en año,- yo les aseguro que no, que nos mantenemos todo el año con el mismo peso, y que ya les gustaría a más de un@ tener la misma firmeza de peso a lo largo del año-, e incluso nos miran con cara de pocos amigos en según qué bailes, en los que se requiere más esfuerzo que en otros. E incluso, tal y como les digo, a veces no son las mejores condiciones para bailarnos por la característica del Lugar, bailes en cuesta, C/La Mañueta, o C/Curia por ejemplo, o en calles estrechas, donde lo justo a veces cabemos nosotr@s, Calle Jarauta a la altura de la Peña La Jarana, por citar alguno….., pero a esto hay que añadirles el espacio ocupado por las Silletas, esas silletas, mayoritariamente vacías, y que son tiradas pro padres y madres, abuelos y abuelas que en su afán por no perder detalle se arriman tanto o más que los divinos al asta del toro, sin ser conscientes del peligro que atañan.

L@s hay aún más osad@s, que al más puro estilo de algún famoso corredor, se acercan peligrosamente con la silleta ocupada por su niño ó niña, que tan ansiosamente nos está mirando ojiplatico desde la silleta, sin ser consciente de la dificultad del porteador en la suerte de evitarl@ al ir bailando o de incluso dar las vueltas, donde no es mucha la visibilidad y control de las distancias que puedan tener, y un solo toque en sus patas puede ser de resultado fatal. Es cierto que los incidentes que ha habido no han pasado a mayores, pero antes de que tengamos que lamentarnos algo, vamos a poner remedio. No acerquemos las silletas a nuestro alrededor por favor, y no vayamos entorpeciendo a los Gaiteros tampoco, que son los que también sufren las consecuencias por que los hay que se cuelan detrás al más estilo pastor del encierro, azotando a ellos como si de los toros o mansos se tratara.

Las silletas cuesta muy poco plegarlas, y los críos no tienen por qué ir al lado del gigante si van en la silleta, tiempo tendrán para verlos de cerca cuando seguramente tengan más uso de razón, y así evitaremos consecuencias fatales que un día pudieran llegar, ya que cada año, es más peligroso dada la afluencia de silletas que se agolpan a nuestro alrededor. Quizás nadie sepa, que lo más indicado para llevar a l@s cri@s de esa edad a los gigantes, sea una mochila, de esas que parece que nos vamos al monte con l@s cri@s, pero que es donde realmente se les ve disfrutar a l@s cri@s, y por supuesto a los padres y a las madres que quieren vernos siguiendo las tradiciones y entusiasmo de su infancia.

Hacerme caso, por favor!!!.

Eskerrik asko.

 

Toko-Toko


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