Malos tiempos


Corren malos tiempos para quienes identifiquen la religiosidad y la tauromaquia con las fiestas de San Fermín. El equipo de gobierno que lidera Bildu en Pamplona está empeñado en desvincular de los actos institucionales los aspectos relacionados con la religiosidad. El alcalde no entra ya ni en la misa de San Fermín ni en la Octava. Y desde el Gobierno de Navarra, la última iniciativa ha sido promover un borrador taurino que desregula las corridas, deja la responsabilidad en manos de la empresa que promueva la lidia y considera innecesario que un concejal presida la corrida. ¿Qué va a ocurrir con el encierro? ¿Cuáles serán las consecuencias? Por cierto, para ninguno de los dos procesos se ha abierto plan alguno de participación pese a que nada tan popular ni participativo como los Sanfermines. Veremos qué ocurre.