Al loro! 45 días para San Fermín y 9 días para finalizar el plazo de los microrrelatos! Animarse!
– Punto y seguido – , Leyre Arce
Todo empezó entorno a una copa de vino, aunque para ser fieles a la realidad habría que decir que fueron unas cuantas. Una cena, los amigos de mis amigos, gente desconocida entre ella que se preparaba para salir y disfrutar de la fiesta, recién llegados de diferentes lugares el primer viernes de San Fermín. Con la cena poco a poco nos fuimos entonando y conociendo. Nuestras miradas ya se habían cruzado, pero no éramos conscientes de ello. Con un puntillo interesante tras cena, tratábamos de abrirnos paso entre las calles del Casco Viejo entre la marea blanquirroja. Las Peñas y bares a rebosar. Serían las cuatro de la mañana cuando aquellas miradas que se habían cruzado horas antes, empezaron a bailar juntas, dando lugar a unas caricias primero y unos besos después. La calle seguía abarrotada, pero el tiempo se había parado para aquellas dos personas, y nada de lo que pasaba a su alrededor tenía importancia. Eran ellos dos…y serán ellos dos quienes en unos meses se darán el sí quiero, poniendo así punto y seguido a una historia nacida bajo el manto de San Fermín, brindando otra vez con vino por su felicidad.
– Sensaciones – , Maria Carmen Martinez
Inquietud, desasosiego, alegría y tristeza y, por fin llegaron una vez más, nuestro personal calendario, de San Fermín a San Fermín.
Un cohete que estalla, una explosión personal de cada uno.
¡Que los medios de comunicación transmitan el algarabía y la fiesta , que cada uno de nosotros tiene su propio San Fermín, es nuestro , el íntimo que no se retransmite , ni publicitan con él.
Enfrentarse a él, al toro, un nudo en el estómago, el corazón que palpita intensamente,
Pero no soy tu enemigo. Hoy me he levantado temprano para correr contigo, tal vez
Los dos enfrentándonos al único miedo común a todo humano, la muerte.
Vamos juntos, yo la reto y por unos días creo haberla dominado. Tú,”el fuerte “,
Victima que vas directo a ella, con nobleza, encarando esos minutos que llevaran
A tu trágico destino.
Volver a sentirse niño, ver de nuevo a nuestros amigos y ciudadanos que son parte ya de nuestra familia, siempre tan elegantes y distinguidos, queridos gigantes.
Olvidar por un momento el corsé, que ahoga nuestra ciudad y saltar, cantar sin miedo
al ridículo .
Sentirse el actor de la película que siempre te hubiese gustado protagonizar.
Contemplar el cielo, dejando libre la imaginación, de cada uno, pensando con será
ese cosmos tan maravilloso .
Explosión hermosa con sus fuegos, coloridos, ruidosos, pensando que por unos días
Los sanfermines nos han hecho sentirnos diferentes.
Gracias San Fermín
– Ave Fénix – , Esther Miranda
Marta se obligó a ir este años a los sanfermines. Lo hacia porque Marcos y ella habían planeado este viaje antes de que todo se volviera negro, antes de que él quedara tirado en la carretera con la cabeza abierta. Antes de que ella pasara los días encerrada en la casa sin querer ver a nadie. Se lo debía porque fue ella quien se durmió al volante.
Gorka llevaba toda la vida corriéndolos, necesitaba esa adrenalina que le producía correr delante del toro y que le hacia sentir vivo. El resto del tiempo gestionaba eficazmente el negocio familiar y era un padre responsable.
Antes de la salida Marta creía que no sentiría mas que ese vacío que se había instalado en ella pero ahora veía como el pulso se le aceleraba y algo parecido a la felicidad aparecía . Corrió sin mirar atrás, con el corazón en la boca pero al volver la cabeza perdió el equilibrio viendo como una masa de gente se le venía encima. Gorka que la vio a punto de caer tiró de su brazo apartándola de la marabunta. Él preguntó: “¿estas bien?” Y ella con la mirada perdida, contestó “Muy bien”. Después estalló en carcajadas.
El primer relato me ha hecho recordar un antiguo dicho de nuestro ciudad: «En Pamplona solo se abre la almeja en Sanfermin y en Nochevieja».
Le estoy dando vueltas a mi relato…