Esta mañana han estado a punto de embestirme lateralmente en la Avenida del Ejército. El mecagüenlaputa me ha salido del alma, y luego me he tenido que extender en explicaciones tras la bronca de mi hija por decir «puta». Y me he quedado pensativo, y he constatado que los sanfermines son un caldo de cultivo para la expresión de marras, ojo, no acentuada en la «u» de puta sino en la primera «e» de mecagüen. Así, como de sorpresa, como te saldría si estás despistado con una cerilla entre los dedos y sin darte cuenta se consume y te quema. Vervigracia:
Cuando llegas a la plaza todo ufano a las 6 y 20 y descubres con horror que te has dejado la entrada del día en casa. Claro, cuando saliste a las 10 y media para rato pensabas que te ibas a liar a comer y que no ibas a volver antes de los toros (error de principiante, por eso jode más).
Cuando estás tan tranquilo en el tendido de la solanera, purgando los excesos como la tranchete de un sangüich entre el sol aplastante y el asiento rusiente, y te cae un melocotonazo en el omóplato que al estallar salpica a todos los de alrededor.
Cuando, en la misma situación, lo que te cae es un líquido helador de dudosa procedencia (mejor dicho, de dudoso origen, porque la procedencia siempre suele ser de los impíos de más arriba). Esta putada da lugar a la exclamación, pero luego el efecto es beneficioso, por lo fresquico digo.
Cuando, en la misma situación, lo que te cae es un engrudo grumoso de color marronáceo que queda automáticamente adherido a la camisa, y así seguirá, porque a los de alrededor les da puto asco tratar de quitártelo.
Cuando llevas tres cuartos de hora confraternizando con la chica de tus sueños, y de pronto aparece su amigo el del zumosol y la petarda se larga con él, que es mucho más primario que tú. Aquí la jodienda es triple: te quedas sin ligue, te quedas sin pasta (para hacerte el majo has tenido que invitar a todas sus amigas) y lo que es peor: te has quedado sin los tres cuartos de hora de gracia de la noche. Empezar de cero de nuevo es muy difícil, sobre todo porque la cara de tonto ya no se te quita, y eso, quieras que no, te lo notan.
Por ir terminando, cuando llegas tarde a la cena con los del curro, tras duras negociaciones con la parienta, y en el restaurante te llevas el soponcio de que la cena era mañana. Ni has hecho plan hoy con ella, ni vas a poder hacerlo mañana… ¿cómo gestionar esta crisis?
Enfín, como veis, las situaciones en las que te sale del alma el mecagüenlaputa se multiplican en fiestas. La casuística es interminable, seguro que podéis aportar alguna jugosa.
Cuando te traen la cuenta en una terraza de la Plaza del Castillo.Meeecagüen….Cuando estas intentando ligar durante dos horas y la moza te deja tirado justo a la hora en que tu amigo acaba el turno de barra.Sin pillar y sin beber…Meeecagüen…..Cuando tienes la cabeza como un bombo despues de la noche jaranera y te quieres tomar un mostico en el vermu,te encuentras con las sobrinicas gritando:Tio,tio vamos a los gigantes.Meeeecagüen.
Cuando sales de los toros con las peñas todo « contento´´ y sabes que fuera te espera la mujer con los niños para dar una vueltica de tranquilos MECAGÜEN……….