Oraciones al santo
Ella fue muy de mañana, con el olor latiente de la fiesta atrasada y el paso quedo, apenas perceptible. Se plantó ante el santo en su hornacina, el manto colorado y la mirada quieta, y le rezó. Mucho antes de que la estrechez de la calle se llenara de corredores. Mucho antes de que el sol de julio traspasara la esquina de Estafeta, donde aún se adivinaba el furor de las astas, la sangre verdadera a borbotones; donde, a poco que callaran los pájaros, se oían al unísono el bramido imponente y el amargo dolor de huesos rotos. Luego regresó, el mismo paso casi imperceptible, subió las escaleras conteniendo la rabia y cerró a cal y canto los balcones. Entonces, de una caja floreada, oculta en el armario de la alcoba vacía que asoma a un patio blanco con leves desconchones (solemne tontería), tomó el pañuelo rojo de su hijo y, después de santiguarse ante un Dios de oídos sordos, se refugió de nuevo en la cocina: el único reducto donde la vibración alegre de la carrera y el despertar de fiesta no podían alcanzarla.
Elena Marqués Núñez
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Pleno Extraordinario en el Cielo
El 9 del pasado mayo, Alfredo, nuestro simpático bajito,con esperanzada incertidumbre, vuela hacia su última morada. Le preocupaba encontrar la puerta cerrada; pero cual no sería su sorpresa al verla abierta de par en par y a multitud de amigos esperándole para darle la bienvenida. Llevaba en la cabeza a San Fermín y suyo fue el primer abrazo. Ahora, al sentirme tan querido -le dijo Alfredo muy emocionado: tengo que soltar mi lengua, pues, rota sus ligaduras,ya no puedo sujetarla. Su voz desentonada, cobra su acostumbrado vigor al ver que Fermín alienta su deseo. He presumido siendo navarro; pero últimamente… Veo que tenemos que convocar un pleno extraordinario -Dice Fermín, ordenándole descargar su conciencia . – Alfredo abre su maletín lleno de preocupaciones y éstas se desbordan a borbotones. Tú serás el portavoz. -Le nombra Fermín. Mi capotillo seguirá mareando a los toros y se multiplicará entre los insensatos. Difícil lo van a tener el Maestro Turrillas e Iñigo Arista con el Riau riau y sus irunshemes. Verdaderamente no me extraña nada. Mi padre Firmo, y Pompeyo, expertos en calzadas, analizarán el TAV de andar por casa. Saturnino solemnizará los actos religiosos y a Francisco Javier, mientras no se canse, lo dejaremos con Osasuna.
Alberto Oroz Valencia
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El Cañonazo
El seis de Julio, a las doce del mediodía, Pamplona salta por los aires en un estallido de alegría. Ha sonado un cañonazo poniendo en órbita su metralla. Todo tipo de problemas, preocupaciones y sinsabores de los pamplonicas y de quienes, por unos días,nos visitan, son lanzados lejos en formidable chupinazo y dormirán, dando vueltas por el espacio. Pamplona, durante nueve días, será una olla en la que hervirán sabrosos ingredientes como la alegría, amistad, música, arrojo, valentía, exquisita gastronomía que satisfará nuestros más exigentes paladares, devoción por San Fermín, nuestro Santo Patrón, amor temeroso de madres preocupadas. Quienes no peinamos o peinamos canas, sentimos añoranza por algunos ingredientes que empiezan a escasear; pero no nos anclamos en los recuerdos y renovamos nuestro baúl. Hay ingredientes para niños,jóvenes, padres, abuelos; para madrugadores, trasnochadores y todo-terreno. Hay que decirlo: habrá ingredientes que preferiríamos no cocieran en la olla, pues enturbian su caldo; pero recordemos que uno de los más sabrosos y abundante en la olla es la tolerancia. A los nueve días se terminarán de cocer los ingredientes y, con su caldo, cargaremos las pilas que ponen en marcha el carácter de nuestro motor y empezaremos a contar los kilómetros que faltan.
Mª Teresa Arcón Romeu
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