Ya está aquí. Como todos los años el 1 de junio comenzó el montaje del vallado del encierro, otro de los actos prefiestas más siginificativos que nos indican la cercanía de las fiestas y que desde el año 1992 lo realiza la carpintería Hermanos Aldaz Remiro. Ya no hace falta decir el consabido «Ya falta menos» que nos decimos para animarnos cuando todavía falta una eternidad y ya podemos comenzar a usar el «Ya huele a toro» que sí nos acerca definitivamente a San Fermín.
[simage=144,320,y,left]El vallado es un complejo mecano, en el que una parte importante debe ser montado y desmontado diariamente durante los ocho encierros que tienen lugar cada mañana a las 8:00, que a finales del pasado mes fue convenientemente revisado para sustituir las piezas que lo requieran y poder comenzar puntualmente su montaje. De esta labor diaria se encargan 60 carpinteros que comienzan su trabajo a las 4:00 de la mañana, con la de gente de mal beber y peor mear que pululan por esas zonas y a esas horas y con gente que comienza su espera para coger sitio en el primer vallado, del que serán desalojados antes del comienzo. Para que nos hagamos una idea de la complejidad de este mecano no hay mas que echar un vistazo a la cantidad de piezas que lo componen, que son: 2.044 tablones horizontales, 388 postes, 40 puertas, 200 empalizadas, 2.400 falcas (cuñas de madera) y unos 10.000 tornillos. El material es madera de pino ya que ofrece una gran resistencia y aguante frente a la podredumbre.
Durante los días de San Fermín el vallado no fijo se guarda en diferentes ubicaciones dependiendo de la zona a la que pertenezcan, así por ejemplo los de Santo Domingo se guardan en la caseta del antiguo Puesto de Guardia, la zona del Ayuntamiento en un callejón y los de Telefónica y Mercaderes se cargan y descargan diariamente en camiones.
YA HUELE A TORO.
¿Para cuándo un vallado escamoteable, como los pilotes estos que suben y bajan el las zonas peatonales, o como las basuras de la plaza del Castillo?
Aumentaría el paro, eso sí.
Si pero esa imagen del vallado durante los dias previos y los propios dias de san fermin. Esta sensacion que tenemos ahora cuando lo vemos comenzar a montar.
Por otro lado con el escamoteable tendriamos todos los dias la sensacion que tenemos el 14 de julio cuando ya han retirado el vallado tras el encierro.
Otro sintoma de la cercania de las fiestas son las llamadas de los amigos de fuera.Unos vienen el seis,otros que como tengo el 10 que se acercaran,que reserve mesa pal 12 que este año tampoco se lo pierden.Empiezan los planes que luego en fiestas nunca se cumplen.
Y otro síntoma presanferminero total es que desde ya mismo necesito una secretaria para situar las ochocientas comidas, cenas, citas, etc. que van a ocurrir en los fines de semana que hay de aquí a fiestas.
Respecto al vallado, ya sabemos que somos unos aversos a la modernización de los sanfermines, así que… ¡larga vida al vallado de pino!