Una de las cosas que más nos ha llamado la atención en el certamen de microrrelatos ha sido la capacidad de la gente de «ajustarse al presupuesto».
Así, más de la mitad de los relatos recibidos tienen entre 195 y 200 palabras, siendo muchos los que redondean dando en la diana.
Ha habido participantes descartados de entrada por no ajustarse el cinturón y sobrepasar el límite de 200 palabras.
En el extremo opuesto, quiero presentaros hoy el relato más corto de todos los recibidos.
Me tenéis que perdonar lo escueto del post de hoy, pero es que no quiero restar ni un ápice de rotundidad y contundencia al nanorrelato. Ahí va:
SANFERFÍN, de Juan Iribas Sánchez de Boado
Érase un chupinazo y colorín, colorado, el Pobre de Mí ha llegado.
Desde luego el título es bien bueno.
Para mi gusto un poco largo…
A mí no me dice mucho,la verdad.
Pues a mí me parece acojonante. ¡Qué capacidad de síntesis! Propuesta, nudo y desenlace. Y encima jugueteando con el color colorao de la fiesta…