Título El momento Autor García Sarmentero, Jesús Ismael
Era ése momento, cuando el tiempo se quiebra, la noche y el día se abrazan, lastimeros,y uno asiste ensimismado a la maravilla del aire. Restos de la fiesta, pintura del amigo desconocido, el nudo del pañuelo rojo se ha apretado a sí mismo, con lazado propio. De la camisa emana el acre olor acre de otros cuerpos, el estómago asiste enmudecido, como un colega más, a nuestro descubrimiento. Y es que se ha abierto una cortina en nuestra frente; a pesar de la soñoliencia, la humanidad nos ha trasegado de lo lindo dejándonos malparados. En un indeterminado momento la boca sonríe por su cuenta. No se han ido del todo, están un poco atrás, pero allí nos esperan. Las risas de agua de tantas chicas hermosas, la mirada de tierra blanca de los muchachos, de los que conocimos anoche y de los que no conoceremos nunca.
Título Al despertar en San Fermín Autor Andreu Sotillo, Natalia
Juan, Juan, corre que viene el torico bravo!!! La respiración agitada, el calor asfixiante de aquél día y la cantidad de personas que no lo dejaban avanzar se convirtieron en su más probada amenaza. Y es que Juan no había dormido aquella noche, los nervios no lo habían dejado conciliar el sueño. Sentía el calor de los gritos, el sofoco de los nervios que en esos momentos no te permiten pensar, sólo reaccionar. Sentía el crujir de la calzada al trote de aquellos bravos que venían tras de él. Y en un momento, se hizo el silencio. Qué pasa, dónde está la gente, dónde, qué, cuándo… Todo eran preguntas, pero la realidad era que delante había un solo toro y, allí, frente a esa bestia vestida con su más potente armadura, estaba él. Qué hacer, hacia dónde ir, por qué lo habían abandonado. No había tiempo, debía reaccionar rápido pero, oh, falsos pies traicioneros, no podía moverse, quería correr, pero no podía, quería gritar, pero su voz se había apagado.Cerró los ojos para no ver venir aquella embestida y con el deseo imposible de que el toro pasara de largo…se despertó. Miró al frente, estaba solo. Sentía el griterío. Ahora, pensó, allá voy.
Título El toro blanco de San Fermín Autor Magro de la Torre, Adrián
Y el toro que sale último a la calle, viste en su piel el color blanco, atendiendo sin demora, la felicidad de todas las gentes que lo aclaman. Con cuernos pequeños, recién nacidos, y semblante agachado, se acerca en la dirección que señala la gloria, codo con codo junto a sus otros hermanos. Muchos mozos se cruzan por su camino. A ninguno hace daño; ninguno de ellos, se coge de su diminuto rabo. Pedro, el de la Señora Paqui, la del caserón viejo, está sentado en uno de los balcones, exhibiendo su orgullo a través de las comisuras de los labios, alzados al cielo, por debajo del mostacho. Palmas y gritos se escuchan, y algún que otro llanto. Ríanse los no creyentes en la fiesta, si no tienen pizca de vergüenza; emociónense, más bien, de la gesta lograda por el animal, que tan puro y humilde, llega a la meta sin protestar. Mas debo añadir, no llega por propia voluntad.