Ojalá que no vuelva a pasar… 2


Aunque no tenga una relación directa con las fiestas, no puedo evitar recordar el asesinato de Nagore Laffage durante los sanfermines del 2008.
Este triste asunto, que desgraciadamente parecía olvidado, se ha revivado últimamente por el hecho de que el juicio está previsto que se celebre el próximo 2 de Noviembre.
Ya antes del verano salieron a la luz algunos detalles de la investigación, que le ponen a uno los pelos de punta, por la frialdad y premeditación con que se llevaron a cabo los hechos.

Que nos sirva de advertencia a todos, para que no toleremos ningún tipo de agresión o acoso, con la excusa de »que estamos de fiestas y vale todo».

He considerado oportuno incluir uno de los textos participantes en el certamen de microrrelatos, a modo de pequeño recordatorio de un hecho que esperamos nunca más se vuelva a repetir.

PERDER LOS ALAMARES, de Mariano Pascal Lizarraga

La chica se acercó, así, de golpe, y le preguntó:

– Hola ¿te importa que marchemos a la par? la calle es muy oscura y me da un poco de miedo.

Él asintió encantado, y pronto se percató de que la causa de haber sido elegido como acompañante, no era otra que la de su aspecto. El de un inofensivo padre de familia que regresaba temprano a casa.
Y la verdad es que a la chica no le había fallado el ojo: se cruzaron con varias cuadrillas de mozos que se la comían con los ojos, pero a los que el sólo hecho verla acompañada, coartaba sus intenciones.

El trayecto fue tan corto como intenso, y al llegar a la Servi ella se despidió.

– ¡Gracias!, ya he llegado.

Él la observó por última vez. Sonrió. Pensó que diez años antes hubiese perdido los alamares por seguir el encuentro. Pero hace diez años, no hubiese sido el elegido.

Al abrir el periódico, la noche siguiente, se estremeció. Una chica de la misma edad, había sido asesinada dos días antes. Cerró los puños con rabia. Hubiese perdido mucho más que los alamares por haberla defendido.


2 ideas sobre “Ojalá que no vuelva a pasar…

  • Iruñsheme

    Solo espero que al anormal que hizo esa burrada se le caiga el pelo.
    No es mucho consuelo para la familia de la moza, pero si sale de rositas sería un palo enorme.

Los comentarios están cerrados.