Es lo que tienen los buenos momentos y los buenos recuerdos. Parece que ocurrió ayer mismo pero ya han pasado 19 días desde que lanzaran el chupinazo. 19 días pero parece que fue ayer.
Para mi uno de los ratos mejores de los Sanfermines sucede curiosamente antes de que comiencen. Para muchos es el almuerzo previo al comienzo de las fiestas, algo así como un arranque de fiestas no oficial, pero para mí este rato previo no se basa en el almuerzo (qué tiempos!) si no en la batalla de siempre…. con los críos, parece que ese día les cuesta especialmente todo, levantarse (probablemente les ha costado dormirse), para desayunar parecen inapetentes no quieren desayunar nada y si desayunan les cuesta un montón… ponen en práctica eso de hacer veinte masticadas por cada bocado antes de tragar… para mi que lo hacen hasta con el “cola-cao”!!!. Y tu preocupado ya que tienen que aguantar hasta los fuegos y necesitarán energía!.
Tras el desayuno las preguntas típicas de los críos y de los mayores ¿Dónde está mi pantalón?, ¿Cuál es mi pañuelo?, ¿Está la camisa con el escudo de la peña?, a coser!!… y a mirar el reloj. Los que dependemos de villavesa en este día estamos echando al reloj un ojo cada 5 minutos… “tenemos que coger la de menos diez y son menos veinte…” De aquí surgen las primeras amenazas (y creo que las únicas) sanfermineras…. El que no venga YA se queda en casa!.
Todos los años igual y tras mucho pelear y llegar a la villavesa a tiempo y con más o menos apreturas (aprovecho a brindar por el buen servicio de las villavesas especialmente durante el día 6) llega el momento de pasarnos las responsabilidades de padre a madre e hijos y viceversa para tratar de buscar el causante último de las apreturas en el horario. No hay manera de ir holgados de tiempo.
Es en ese momento cuando me suelo dar cuenta de que ya está todo en marcha… Ya estamos embarcados en la villavesa del chupinazo!….y a al espera de la fatídica frase de todo día 6: “¡ya sé lo que nos hemos dejado!”. Muy importante tiene que ser para volverse a casa a por ello.
Y pese a todo es uno de los mejores ratos de los Sanfermines.
De ahí a tomar unas cervezas o vinos con los amigos apurando hasta las 12:00. Solo puedo decir que son sensaciones de plenitud.
Estar en Pamplona, con los que quieres (de want y de love) y con todas las fiestas por delante… ¡No tiene precio!.
Para todo lo demás, Mastercard!!!, jejeje