De un tiempo a esta parte, en esta ciudad le hemos cogido gustico a embadurnar nuestros adoquines con un pegamento que evita que los toros se caigan en el encierro, para regocijo de nuestro colega Sanferman.
No sé cuánta pasta nos costará el invento, pero ya puestos, igual hay que incrementar el gasto y hacernos con pintura hidrofóbica.
¿Qué puñetas es eso?
Otro líquido. Sí, otro líquido que repele los ídems. En Alemania ya lo han aplicado en las paredes más meadas para que salpique a los caballeros que orinan en las calles de St. Pauli, en Hamburgo.
No soy muy de Merkel ni de Bundesbanks, pero hay que reconocer que es una idea cojonuda.
Yo, por si acaso, en julio aplicaré una buena dosis en mi portal.
Lo probaremos en los mostradores de los bares y las barracas, a ver si repele la pasta.