Aquí seguimos vivos y coleando, ahora que ya sabemos que la supuesta profecía maya que establecía el fin del mundo para el pasado 21 de diciembre, ha resultado ser otro timo tan grande como aquella hecatombe que muchos gurús preveían para el 1 de enero de 2000 (fecha en la cual todos los sistemas informáticos iban a dejar de funcionar e iba a arder Troya. También hay que decir que más de un espabilado aprovechó la coyuntura para vivir una temporada del cuento con auditorias e inspecciones a cuenta de lo que entonces se dió en llamar certificados de conformidad Y2K).
Volviendo a lo nuestro, decir que resulta que no tenían razón (una vez más), que ya hemos subido el primer peldaño de nuestra escalera y que ya estamos en la cuenta atrás para las fiestas.
Lo que no sabían todos esos expertos, es que por estos pagos tenemos nuestro particular calendario, el cual establece que el fin de mundo es un evento cíclico y que se produce con precisión matemática cada 6 de julio a las 12:00; momento para el cual absolutamente todos los trabajos, preparativos, etc. deben estar finiquitados.
Tanto es así y tan apocalíptica debe parecer nuestra fiesta, que algunos ya recordaréis como se rodó hace unos 4 años una película francesa de título »Les derniers jours du monde» en el que ante la inminencia del fin del planeta, los protagonistas se vienen a Pamplona por San Fermín donde los lugareños parece que pasan de todo y se dedican a lo suyo como si tal cosa.
Para muestra el trailer del susodicho film (para que practiquéis un poco el francés chavales).
httpv://www.youtube.com/watch?v=SxKxPLae204
El milenialismo ha llegado…. Observo demasiado sexo para una película ambientada en parte en los Sanfermines…
¿nos van a gasear?
Vive la France!