Me llegó un chiste que en su desenlace está muy relacionado con nuestras fiestas, así que he creído oportuno compartirlo con vosotros. Quizá a alguno de vosotros ya os haya llegado vía whatsapp, sms, etc. Ahí va:
De repente un enorme incendio en el campo de San mames. Treinta y cinco mil bilbaínos de rodillas rogándole al Santo:
¡San Mamés, San Mamés, por favor, que lleguen pronto los bomberos!
Y se aparece San Mamés y les dice: Los bomberos no podrán llegar a tiempo, hay mucho atasco en la ciudad y no llegarán.
¡San mames, San Mames, por favor, entonces que hacemos… Ayúdanos!
¡Mirad, la única solución es que os tiréis todos encima del fuego así se consumirá el fuego y se apagará!
Los treinta y cinco mil bilbaínos se tiran al fuego y claro, el incendio se apaga, pero ellos mueren chamuscados. Llegan los treinta y cinco mil al cielo, llaman a la puerta y aparece San Pedro:
¡Pero, por todos los santos! ¿Que os ha pasado? ¡Treinta y cinco mil bilbaínos y todos chamuscados…!
Pues mira San Pedro, hubo un fuego enorme en San Mamés y nos dijo que para apagarlo teníamos que tirarnos encima, y así lo hicimos, y mira como hemos quedado. ¡Dónde está ese San Mames, dónde está…!
Pero, ¡si no existe ningún San Mamés!
¡Como que no! dicen los treinta y cinco mil, ¡Nosotros hablamos con él!
¡Pues aquí en el Cielo, os aseguro que no existe ningún San Mamés!
San Pedro llama a todos los santos y los pone en fila para hacer una rueda de reconocimiento. ¡Mirad a todos los santos y decidme cuál de ellos es San Mamés!
Los treinta y cinco mil empiezan a mirar y por fin ven a uno: ¡Este es, éste es!
San Pedro se acerca a él y dándole unas palmaditas en la espalda le dice: ¡San Fermín, esta vez te has pasado!
McGarrich, como te la juegas con Toko-Toko.