Puede que éste sin duda sea el relato más difícil de escribir, porque la verdad que cuesta mostrar un odio a unos sanfermines, pero es así, y es la verdad, los sanfermines 2012 trataré de olvidarlos lo antes posible, aunque tristemente no podré olvidar su recuerdo.
Nunca imaginé tener que escribir estas palabras, pero suelen decir que lo que mal empieza, mal acaba, y es lo que a un gran amigo mío y portador de un servidor le sucedió estas pasadas fiestas. Nunca os podréis hacer a la idea del esfuerzo y preparación que esta gente dedica durante un período largo del año, más concretamente desde después de Semana Santa hasta allá por Noviembre. Muchos solo ven en ellos las ganas de almorzar, que hacen que parezca que están todo el día sentados en el plato, y de pasárselo bien, y no llegan a visualizar todo el esfuerzo que hay detrás como para que en un segundo todo se pueda ir al traste. Este año, una lesión en plena procesión, hizo que al amigo mío le sucediera eso, y justo el 7 (no podía haber sido ni el 11, ni el 12, o incluso el 14 debido al agotador esfuerzo) se quedó k.o. para el resto de las fiestas, algo que sé yo que fue desesperante para él, pero no hubo más remedio que aguantarse y asumirlo, no sin dolor claro está, tanto físico, como psíquico. Atrás se quedaban las horas de ensayos, las horas de preparación para que al final apenas disfrutara nada paseándome por las calles de la vieja Iruña.
Para colmo, una de las mayores desgracias que puede ocurrir a un sanferminero como él, le asedió, y descolgando la llamada de teléfono de su madre el día 13, se enteraba de la peor noticia, le comunicaba que su amigo Jose Mari había fallecido tras una corta, pero dura enfermedad. Jose Mari, burgalés de nacimiento pero pamplonica de sentimiento, nos dejaba a la corta edad de 52 años. Días antes mi amigo había recibido un mensaje suyo diciéndole que volverían a verse en sanfermines, porque él iba a luchar por salir de la enfermedad, y le animaba que no dejara de realizar los sueños que se propondría, y que incluso viviera la vida como si se fuera a acabar al día siguiente, ese mensaje tuvo a mi amigo todas las fiestas en jaque y estando pendiente de él.
Mi gran amigo quedó abatido, dolido, triste, y sin poder marchar a Burgos hasta que su mujer no regresara de vacaciones el día 14. Mientras, como homenaje, mi amigo solicitó a sus compañeros de kilikis que alguien le dejara bailar La Dominguera en la plaza del Ayuntamiento, y muy amablemente los porteadores de Caravinagre le concedieron tal honor (gracias de verdad a los dos, muchas gracias por el detalle). Ese rato me fue infiel, me sentí apenado, pero a la vez entusiasmado, por ver y saber que mi amigo estaba dándole un último homenaje sanferminero a su amigo Jose Mari, ese amigo que no fallaba ningún año en venir junto a su mujer y sus hijas, y que revolvía la Andanada cada tarde de toros, y que vivía los sanfermines de día y de noche, según las etapas de la vida pasaban por él. Ese amigo que desgraciadamente ya no volverá a ver más, ni podrá disfrutar un minuto más de San Fermín, ese amigo al que desea que San Fermín haya acogido a su lado.
Ese amigo al que quiso brindarle la asistencia a su funeral y entierro vestido de San Fermín, como sabía que a él le gustaría, por que pese a ser burgales, él también se fue de este mundo con su faja y su pañuelo rojo.
Camino a Burgos mi amigo comprendió, que para él ya se habían acabado los sanfermines, aunque ya desde el día anterior no estaban siendo los mismos. Fue entonces cuando ya sintió el ya famoso Ya Falta Menos para los sanfermines 2013.
De recuerdo, os dejo esta jota del año pasado, que hace que a más de uno se le pongan los pelos de punta, porque Mari Cruz hace que esta jota sea espectacular, valga así pues, mi pequeño homenaje de esta manera al amigo de mi amigo y porteador, va por ti, Jose Mari!!
Mientras tanto, espero que paséis una buena travesía del desierto, y nos volveremos a ver por San Fermín txikito, donde de nuevo saldremos a la calle y trataremos de olvidar lo antes posible estos amargos San Fermines.
Saludos a todos/as
Toko-Toko
Mucho ánimo Toko-Toko. P´alante … y ya falta menos
Siempre he pensado que la fuerza de los Sanfermines viene de que, de algún modo, son una fiesta que consigue comprimir en nueve días todos los sentimientos de una vida. Y, entre esos sentimientos, está, también, el dolor.
Un abrazo.
Animo pues !!!!
Gracias a todos, Eskerrik asko, y simplemente corregir una cosa, donde puse «vestido de San Fermín», lo correcto es decir «vestido de Pamplonica», los nervios pudieron traicionarme, y de sabios es corregir.
Jose Mari estará muy orgulloso de tu amigo, toko-toko yo se que ese pequeño homenaje lo hizo de corazón, Jose Mari también lo sabrá y como dices, esperemos que este en algun sitio con San Fermin cerca. Mucho ánimo para todos.
Toko Toko junto su porteador le hizo un justo y merecido homenaje a su y nuestro amigo ( de esos amigos que no se tienen más que 2 o 3 en la vida) José Mari, allí en Villarán pequeño pueblecito de Burgos descansarán tus cenizas y también junto a ellas estará un pañuelico con San Fermin para que no dejes de estar con él siempre como tanto te gustaba. Un beso José Mari